Fred Waldron
Phelps, fue un predicador de la teología antihomosexual en Estados Unidos; que
promueve la homofobia, el odio y la violencia. Asevera que los gays acabarán en
el infierno, al igual que los que los apoyan. Si eso no fuera suficiente,
también proclama el odio a los judíos, son antisemitas y racistas.
Este personaje se hizo conocido por un documental de la BBC sobre
la Iglesia Bautista de Westboro, tituladoThe
Most Hated Family in America (La
familia más odiada de Estados Unidos) realizado por Louis Theroux.
Lo que comunica el documental es el odio del predicador; quien,
entre otras estrategias, despliega a su feligresía en funerales de soldados
muertos en Irak o Afganistán, basados en la creencia de que las muertes de
militares son un castigo divino por la tolerancia social de la homosexualidad.

El presidente Bush, para combatir la campaña iniciada por Fred
Phelps y sus seguidores, firmó el Respect for America's Fallen Heroes Act (Ley
de respeto por los héroes fallecidos de Estados Unidos). Mediante esta ley se
prohibió la manifestación de cualquier ruido o actividad que perturbe la paz y
el buen orden de un funeral o la ceremonia, en los cementerios bajo el control
de la Administración Nacional de cementerios o en el cementerio nacional de
Arlington; a menos que la manifestación haya sido aprobada por el respectivo
superintendente o el director de la propiedad en la que está situado; esto
incluye las carreteras, caminos, u otras vías de acceso o salida. Se fundamentó
en que las protestas están protegidas por la Primera Enmienda (libertad de
expresión), pero incitar al odio no lo está. La ley obliga a los manifestantes
a permanecer a 90 metros de la entrada de cualquier cementerio nacional, y
limita el tiempo de la protesta entre 60 minutos antes y después del funeral.
Las sanciones van desde multa hasta la cantidad de 100.000 US$, y un año de
prisión.
Entre los íconos que combate esta Iglesia están Elizabeth Taylor y
la princesa Diana. Rechazan y condenan a lesbianas, gays, bisexuales y
transexuales, católicos, musulmanes y judíos; así como a los que consideran que
apoyan a estos grupos, como los suecos, canadienses, irlandeses, británicos,
mexicanos y estadounidenses. El lema de esta Iglesia es “Dios odia a los
maricones”.
Todo esto suena feo, y muy feo, pero es semejante al
comportamiento de los representantes del socialismo del siglo XXI, cuando, por
ejemplo: en el año 2012, Maduro se refirió a la oposición como "sifrinitos,
mariconsones y fascistas". En el año 2013, el diputado Carreño se refirió
a Capriles como homosexual y maricón; y en el 2015, este mismo diputado en un
programa de televisión en horario infantil, llamó a la oposición “flojazos los
coños de madre”, lo cual tuvo por reacción de William Castillo, presidente de
Conatel, un recordatorio a Globovisión como responsable del uso de lenguaje
soez en ese medio de comunicación, pero al diputado no lo tocó, ni con el
pétalo de una rosa. Y recientemente los insultos en cadena nacional contra el
presidente de empresas Polar y al presidente de la Asamblea nacional.
Esta forma de expresar odio fue utilizada muchísimas veces por el
Comandante Intergaláctico, particularmente cuando en el 2010, dijo: “aprovecho
para condenar de nuevo, desde el fondo de mi alma y de mis vísceras al Estado
de Israel. Maldito seas Estado de Israel”. En el 2005, calificó a Monseñor
Rosalio José Castillo Lara, como “fariseo, hipócrita, bandido, diablo,
alcahueta, golpista e inmoral”. En enero de 2007, expresó: Cristo era
comunista; y al final de 2007: “Se podrán vestir de cardenales, de obispos, de
todo, pero ustedes son el propio demonio..., defensores de los más podridos
intereses… ¡Son unos verdaderos vagabundos, del Cardenal para abajo!... ¡Es un
inmoral, es un sinvergüenza este Cardenal!, ¡es un maleante!… ¡Es pervertido el
cardenal!”. La enumeración de estos insultos es larga, y ya otros la han
recopilado.
Observando la falsa revolución y la familia/secta que busca
predicar sus ideales por medio de la violencia verbal, a la cual le interesa
sumar seguidores perturbados por el resentimiento, y esparcir su mensaje de
odio; no entiendo cómo pretende el gobierno, con este mismo comportamiento,
conquistar simpatizantes irrespetando a otros seres humanos con ese lenguaje
soez y vulgar.
@rangelrachadell
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