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18 octubre 2016

Negociación entre tramposos

Toda negociación parte de la idea de que los negociadores quieren resolver el problema planteado, son parte de buena fe, y que el objetivo perseguido por las partes es lícito; pero a veces ni los negociadores son sinceros ni los objetivos lícitos, o alguna de estas combinaciones.
El gobierno está atacando a la Asamblea Nacional por un supuesto desacato, están tomando un rehén moral, este no existe físicamente, pero debe ser intercambiado de alguna manera. El gobierno dice que los malos, el ilegal, el ladrón está del otro lado, en la otra acera, para luego venir a justificar la toma de decisiones judiciales o electorales como una respuesta ante el mal comportamiento del otro; lo que busca es justificar su ilegalidad como una venganza ante el incumplimiento, intercambiar su rehén moral con el rehén moral del país o de la Asamblea, que no es otro que el mal comportamiento del gobierno.
Esta compensación de culpas que está aplicando el gobierno tiene como paso previo el crear culpas por parte de su interlocutor, no importa que sean falsas, ellos las presentan como si fueran tan verdaderas como las culpas propias.
El desacato fue declarado por la Sala Electoral en la sentencia N° 108 del 1-08-2016, por el supuesto incumplimiento por parte de la Asamblea Nacional de las decisiones dictadas por la Sala Electoral N° 260, del 30-12-2015 y, N° 1, del 11-01-2016. En la mencionada sentencia se declaró: la invalidez, inexistencia e ineficacia jurídica por violación flagrante del orden público constitucional en el pretendido acto de juramentación de los ciudadanos Julio Ygarza, Nirma Guarulla y Romel Guzamana en el cargo de diputados de la Asamblea Nacional realizado el 28 de julio de 2016 por la Junta Directiva del órgano legislativo nacional, así como de aquellos actos o actuaciones que dictare la Asamblea Nacional con la juramentación de los prenombrados ciudadanos.
De la lectura de la sentencia de la Sala Constitucional N° 808, del 02-09-2016, por la que se declaran manifiestamente inconstitucionales y, por ende, absolutamente nulos y carentes de toda vigencia y eficacia jurídica, los actos emanados de la Asamblea Nacional, incluyendo las leyes que sean sancionadas, mientras se mantenga el desacato a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia; me di cuenta de que algo estaba mal, que el planteamiento de la Sala parte de un supuesto falso; y que incorporaba un elemento a la gran negociación no oficial sobre la resolución de los conflictos nacionales, este elemento es la transgresión del otro.
Esta es una declaración impertinente, ya que anula todas las actuaciones presentes y futuras de la Asamblea Nacional; y todo por haber juramentado para el ejercicio de sus cargos a tres diputados escogidos por el pueblo a los que no se les ha anulado su elección. Esta es una consecuencia muy grave por un hecho que no reviste la gravedad que se le atribuye, la entidad del supuesto daño a la moralidad del país está sobredimensionada hasta el punto de hacerla tan inconstitucional como las actuaciones del Tribunal Supremo de Justicia a través de sus sentencias.
Ahora la Sala Constitucional, mediante una ponencia conjunta (que impide saber cuál o cuáles de los magistrados fue el que redactó la sentencia, a menos que haya sido un tercero), respondió a la solicitud de aclaratoria del presidente Maduro –no entiendo la razón de utilizar esa vía, ya que no aclara nada sino que se pronuncia como si fuera un caso nuevo– anulando la competencia constitucional de la Asamblea Nacional de conocer el presupuesto nacional, lo cual es previo a aprobar la Ley de Presupuesto, es decir, si bien supuestamente no puede dictar leyes no significa que no pueda realizar ningún otro acto (Sentencia de la Sala Constitucional N° 814, del 11-10-2016, por la que se libera a Maduro de su obligación constitucional de presentar el proyecto de Ley de Presupuesto ante la Asamblea Nacional). Todavía quedaba la posibilidad de que en la discusión de las leyes no estuvieran presentes los mencionados diputados y la actuación del cuerpo fuese válida, pero no es a estos diputados a los que se les está castigando, es a la Asamblea Nacional en su totalidad a la que se está aboliendo.
Todo esto es interesante, pero lo más curioso es que esa política del gobierno se la aplica a todos los factores que se le oponen. Como parte de esta política identificamos al alcalde de Caracas que denuncia a la oposición de haber cometido un fraude en la recolección del 1% de las firmas para hacer la solicitud del referéndum revocatorio, todo por una cantidad ínfima de firmantes que pudieron haber sido agregadas por factores afectos al oficialismo para enturbiar el proceso de la oposición, y se pretende anular todo el proceso de referéndum por una pequeñísima irregularidad, si esta realmente existió. Parte de esa estrategia es el proceso de relegitimación al que se quiere someter a los partidos políticos.
Si la oposición está ilegal o no hace bien las cosas, debe ser castigada o anuladas sus actuaciones por la falta de cumplimiento de requisitos que inventan los hambreadores del gobierno, y hasta no complacer las exigencias exageradas del TSJ o del CNE no se podrá continuar con ningún procedimiento, con ninguna actuación y todo lo que se haga estará viciado de la nulidad que solo el gobierno, con sus secuaces en los otros poderes, puede declarar.
Si la negociación fuera entre tramposos, todo estaría permitido; pero no somos iguales a ellos.
@rangelrachadell

04 octubre 2016

El camino correcto

Si la decisión de la Mesa de la Unidad de participar en la recolección del 20% de las firmas necesarias para convocar el referéndum revocatorio dará resultado, no lo sabemos.

Constantemente la vida nos coloca ante encrucijadas; desconocemos la senda apropiada, pero algún camino tenemos que tomar, y la mejor solución nadie la adivina, que se basa en razones previas que están en la mente de cada quien.

Algunas personas se encuentran en situaciones difíciles. A un joven su novia le plantea que está embarazada y que deben resolver ese asunto; el pobre tiene 20 años de edad, su vida está a punto de cambiar, no está convencido de lo que debe hacer, piensa en las opciones que tiene, va a vivir ese momento eternamente. Tener al hijo es una posibilidad, casarse también, y el matrimonio es para toda la vida, por lo menos, para los católicos.

Se puede dar el caso que un funcionario público sea ascendido, le den la oportunidad de manejar un buen presupuesto. Es su oportunidad de oro para demostrar que puede ser un buen gerente, dejar huella entre sus compañeros, en su grupo social, poner en alto el nombre de su familia. La burocracia le plantea que apruebe un contrato que, por decir lo menos, es extraño, fuera de lo común. La sola firma podría producirle una ventaja o mantenerle en el cargo, y a sus jefes mucho económicamente.

El futuro depende de nuestras acciones; nos queda hacer conjeturas sobre cuáles serán. Tenemos que ponernos a trabajar. Hacer pronósticos en política es un entretenimiento como adivinar los caballos ganadores o el número de lotería que saldrá, solo falta especular.

La Mesa de la Unidad eligió entre las soluciones que tenía para tratar de resolver los conflictos sociales a los que nos ha llevado el gobierno; planteó unas ideas como quien pone su grano de arena para detener la peor tragedia de los venezolanos en toda su historia. El camino para la recolección de las firmas nos fue impuesto con injustas limitaciones, y puede haber otras trampas por parte del Consejo Nacional Electoral, cuyas actuaciones tendrán consecuencias.

Estas situaciones planteadas tienen en común que en cada caso son muy personales, son opciones de vida, dependiendo de sus resultados, van a ser revisadas, una y otra vez. El futuro nadie lo visualiza bien, parece que nos rodea una nube gris oscuro, en el que cualquier dirección es tan buena como la otra. Pero algo nos guía, nos dice hacia dónde debemos dirigirnos, nos hace ver alguna claridad, esa guía son nuestros valores; y no todos tenemos o compartimos los mismos, solo averiguamos cuáles son esos valores, y qué tan profundamente arraigados los tenemos, cuando la vida nos exige que tomemos posición ante las disyuntivas. A ese algo algunos lo llamamos Dios.

Podemos arrepentirnos de una mala decisión, y algunas de ellas no tienen perdón o absolución. Sin embargo, no hacer nada a veces es peor que errar. Salir corriendo o paralizarse puede ser igual de dañino.

Yo no puedo opinar cómo usted debe comportarse ante los problemas planteados. Ahora bien, si se siente afectado por lo que pasa en nuestro país tiene todo el derecho de expresarse, lo que se haga lo afectará a usted, a su familia, a su economía, y eso es lo que ocurre con el referéndum revocatorio.

Antes he oído que la solución de Venezuela pasaba por la muerte de alguna persona en particular, lo cual no solo no es cristiano, sino que es un delito; y sé de personas que fueron a confesar ese pensamiento (todavía está a tiempo, nunca es tarde). Aun así, la muerte no fue solución, todo siguió mal y continúa empeorando.

Los seres humanos tenemos conciencia del bien y del mal, lo podemos identificar, podemos discernir lo que se debe hacer. La violencia no es opción para los demócratas, por cuanto la democracia es un sistema para resolver los disensos, las diferencias, lo cual pasa por la expresión de la voluntad de la mayoría y el respeto a las minorías.

Ni el aborto ni el divorcio, la corrupción o el golpe de Estado son soluciones que pueden resolver los conflictos morales de las personas, de las sociedades, o de los países; los problemas morales tienen que ser resueltos con soluciones morales, los problemas políticos tienen que ser atendidos con soluciones políticas.

Pedirle la renuncia a un presidente es lo de menos; si él quiere, renuncia, y si no quiere, no lo hace. Eso no lo hace a usted un golpista. Lo que hace a alguien golpista es financiar la violencia en contra del gobierno; y como en la religión, usted no puede tener dos creencias sin que a una de las dos le sea infiel.

La Mesa de la Unidad Democrática escogió el camino correcto, el camino de la democracia; el camino que usted, gracias a su libre albedrío, en su fuero interno, reconoce como el que seguiría cualquier persona honesta, el que le permite demostrar que la mayoría está pasando trabajo y que necesitamos –urgentemente– un cambio.

@rangelrachadell