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24 noviembre 2015

Bachaqueros capitalistas

Por: Jesús Rangel Rachadell

Artículo de opinión publicado en El Nacional:  https://www.google.co.ve/search?q=Bachaqueros+capitalistas&oq=Bachaqueros+capitalistas&aqs=chrome..69i57j69i60&sourceid=chrome&es_sm=93&ie=UTF-8

Hablando con mis hermanazos de las colas que han hecho ellos y sus esposas, me dijeron que esos bachaqueros no eran ningunos socialistas, que esa era una manifestación de capitalismo duro, que comprar barato, aunque se invierta mucho tiempo al sol o con lluvia, para venderlo más caro, es lo que enseña el libro de Adam Smith sobre la riqueza de las naciones, satisfacción de las necesidades por medio de la libre empresa, libre competencia y libre comercio.
Algunos bachaqueros son como usted, como yo, como nosotros, que hacemos nuestro esfuerzo; a veces compramos barato e intercambiamos con la familia; otros tienen equipos, grupos, vecinos o familias enteras dispuestas a movilizarse en Metro, moto o busetas, hacia el automercado o abasto del que le llegue el aviso de venta de mercancía regulada. Todo se va a vender al precio que imponga el bachaquero (demanda inelástica); o por lo menos eso es lo que dice una madre en San Diego, estado Carabobo, que no consigue pañales para su hijo: Compro pañales al costo que sea.
La única limitación para la reventa es el tamaño del mercado, que para los que viven en Caracas es todo el país, ya que en el interior la cosa está peor y el pueblo viene a Caracas a resolver su problema de escasez.
Las operaciones de compraventa de los bachaqueros son en efectivo, que también está escaso. Los cajeros electrónicos entregan un mínimo de billetes para que los compradores se vean obligados a acudir al comercio formal –pagando con tarjeta de débito o crédito–. Los buhoneros están usando puntos de venta electrónicos, colocando personal de seguridad por la cantidad de billetes que manejan, y aceptan cestaticket.
La división del trabajo entre los bachaqueros está bien estratificada, en la parte baja de la jerarquía ubicamos a los que hacen la cola; sus familiares, amigos y relacionados; hacen la fila por ellos y por los que no han llegado, lo que ocasiona peleas y molestias entre los compradores que llegan temprano. También están los que usan la fuerza, imponiendo a su gente para ocupar esos espacios. Es una batalla, en la que cada espacio se pelea; se avanza o retrocede en la medida que el bachaco sea más o menos grande, tenga una navaja, o esté apoyado por la banda. Estos son los que más trabajan y menos cobran, pero gana lo suficiente para el día o uno de los bienes para sí mismo, su costo es la espera, ese es su pago. Al recibir más que el salario mínimo deja de ser explotación de la mano de obra.
En la cadena sigue el que da el pitazo, el que avisa. Puede ser la cajera, el empaquetador, el vigilante, el fiscal del Sundee, el soldado, el reservista, el gerente o cualquier otro que tenga información de la llegada de la mercancía. Está el motorizado, quien se apersona en el sitio para hacer un análisis de la calidad y cantidad de la mercancía que se puede llevar. Si la inversión es rentable se llama alchofer de la buseta. Este arrea la mayor cantidad de personas para comprar, y espera a que terminen para regresar. Llevar y traer gente a bachaquear es más rentable que hacer la ruta de la línea, sin riesgo de que lo asalten en la vía.
Luego viene el que maneja el efectivo y organiza a su gente; y en la cúspide tenemos al financista real, el que tiene el dinero –en efectivo–, que tiene capacidad de almacenar, y que a su vez alimenta a los vendedores ambulantes.
El buhonero que expende no necesariamente es parte de la estructura, adquiere el producto a un valor más alto –sin hacer cola–, para venderlo en la redoma de Petare, el mercado de El Cementerio, el mercado de Chacao, el bulevar de Catia; etc.
Toda esta organización es capitalismo puro, división del trabajo y uso de una moneda de cambio, solo que no se premia la producción sino la espera en la fila. El que trafica con los bienes gana más que el sueldo que se le paga al obrero que lo elaboró. El bachaquear no es trabajo productivo, no suma valor, se pierde apenas se genera, rompiendo el ciclo virtuoso de la economía.
El bachaquero nace por los vicios del gobierno en la formación de los precios; la reventa escapa a la infame regulación, y aparece la ley de la oferta y la demanda. Este es un proceso en el que quien tiene más dinero impone la satisfacción de sus necesidades, y los que menos tienen deben hacerse parte de la cadena del bachaquero o se quedan sin nada, esto es socialismo del siglo XXI.
Con la regulación el Estado ha creado un monopolio a favor del bachaquero, cuando el precio natural de la libre competencia sería más bajo.
La sociedad intenta mecanismos de compensación; por ejemplo: en los bulevares de Sabana Grande o Catia, los comerciantes colocaban frente a su negocio sus propios buhoneros o manteleros, a quienes ahora llamarían los bachaqueros del final de la cadena. El comerciante evitaba así la competencia desleal frente a su negocio, y se hacía con una parte de ese negocio. Pocos industriales pueden apoyarse en un canal de distribución paralela que se salte la participación del bachaquero, entregue el producto al buhonero, y obtenga el valor de su mercancía. Tampoco hay muchos comerciantes que puedan asociarse con el financista de los bachaqueros, entregarle la producción, y recibir algo más que el precio sugerido.
Aquí cada quien sobrevive como puede. En estos peores momentos el socialismo saca a relucir nuestro espíritu emprendedor y capitalista grabado en la naturaleza humana del ser venezolano.
Para enviar el mensaje de que el socialismo del siglo XXI es un fracaso, hay que votar en contra del gobierno el 6 de diciembre, abajo el comunismo.

@rangelrachadell

10 noviembre 2015

Diosdado a Pdvsa

Por: Jesús Rangel Rachadell

Artículo de opinión publicado en El Nacional:  http://www.el-nacional.com/jesus_rangel_rachadell/Diosdado-Pdvsa_0_735526622.html


La designación del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, como el jefe supremo de la Comisión Presidencial que se encargará de industrializar el gas es una gran responsabilidad. El nuevo jefe supremo tiene trabajo por delante, tiene que averiguar qué es lo que está pasando con el gas, tiene que investigar porqué los proyectos no funcionan, deberá tomar un curso intensivo del funcionamiento de la industria del gas.
Diosdado es un diputado en ejercicio de la presidencia de la Asamblea Nacional que también va a tener funciones en el poder ejecutivo, lo cual es muy sospechoso.
Esta no es la primera vez que designan a un Diputado para una Comisión Presidencial, ya pasó con Freddy Bernal cuando lo designaron presidente de la Comisión Presidencial para la Transformación del Sistema Policial. Y como dijo Freddy: “En seis meses no se transforma el sistema policial”; tampoco en seis meses se transformará la industria del gas; esto me hace pensar que a Diosdado le quedan muchos meses en la industria petrolera.
Freddy salió de la Asamblea Nacional mediante un permiso de ausencia solicitado por el mismo en la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del 28 de octubre de 2014, en Maracaibo, para encargarse de la Comisión Presidencial para la Reforma Policial. ¿Cuándo pedirá Diosdado su permiso de ausencia para dedicarse a la jefatura suprema del gas?
Lo extraño es que nombran a Diosdado Jefe Supremo de un nivel jerárquico que está a tres o cuatro pasos de distancia de la máxima autoridad de Pdvsa. El gas es solo una de las varias actividades de ese sector, y cualquier empleado medio de la petrolera le dirá que en el organigrama de la industria petrolera ser el jefe supremo del gas es como ser el jefe supremo de un regimiento, ni siquiera una brigada, compañía o un batallón, y mucho menos ser el comandante general de la industria.
Al nuevo jefe supremo del gas le han creado un puesto en la industria petrolera para que vaya aprendiendo cómo se maneja el petróleo, para que se vaya enterando y ejerciendo el verdadero cargo que le espera.
El diputado Cabello está preparando su salida de la Asamblea Nacional, ya que él y el PSUV saben que no van a tener la mayoría en la Asamblea Nacional, y el presidente saliente no tiene la posibilidad de influenciar en la nueva Asamblea, será un diputado más de un partido, que si bien será la primera minoría, no tendrá capacidad de intervenir en las políticas nacionales.
Me imagino al nuevo presidente de la Asamblea Nacional el diputado Henry Ramos Allup, con su timbre de voz característico, diciéndole al diputado cabello: Diputado, absténgase de utilizar imprecaciones, palabras injuriosas o soeces; deje de decir boludeces. Diputado, se le acabó el tiempo. Diputado, su discurso no viene al caso, el comandante intergaláctico ya se murió y su revolución es un fracaso que tiene al pueblo pasando hambre. Diputado, deje de estar hablando de golpe suave, golpe por etapas, golpe poco a poco. Lo que tampoco me imagino es al diputado Cabello diciendo: Presidente, no me quite la palabra, yo sé que me estoy pasando. Presidente, no me aplique el alicate, no se ponga bravo. Presidente, no he terminado. Presidente, por favor permítame terminar, no me suene la campana, yo no soy subalterno suyo.
Así que el diputado Cabello tiene que estar preparando su transición, su salida de la Asamblea Nacional; no le debe interesar para nada estar en un poder donde él no pueda ejercer su absoluta capacidad de destrucción como lo ha venido haciendo hasta ahora. El tendrá que buscar otra salida, pero ¿a dónde se podría ir? En el poder ejecutivo hay pocos cargos equivalentes en poder real al que tenía, un cargo que sea realmente interesante; por ejemplo: ser el Vicepresidente de la República no tiene o no genera ningún interés, es un lleva y trae papeles, y ya lo ejerció; solo sirve si ocurre algo parecido al año 2002, y es muy difícil que la historia se repita. Al cargo de vicepresidente en Venezuela le pasa igual que el vicepresidente de los Estados Unidos, es un jarrón chino que nadie sabe dónde colocar. El segundo puesto del poder ejecutivo con verdadero poder es la presidencia de Petróleos de Venezuela, sólo ese cargo le permitiría a Cabello tener un nivel de influencia semejante al que tenía como máximo representante de uno de los poderes del Estado.
Al presidente Maduro se le percibe una debilidad en el mundo militar que solo es compensada por el apoyo que le da Diosdado, y este no se puede dar el lujo que lo perciban en un papel de segundón; no se puede dar el lujo de dar la impresión de que los militares están perdiendo fuerza, que no tiene el verdadero control de lo que está pasando en nuestro país; sólo la presidencia de Pdvsa enviaría el mensaje de que los militares realmente están mandando, que los militares tienen mucho que perder si a Diosdado lo dejan al margen.
La designación de Diosdado como jefe supremo del gas sólo puede entenderse como el preámbulo de lo que está por venir, tiene que estar íntimamente relacionado con la pérdida del ejercicio del poder directo; la oposición va a ganar y las ratas están abandonando el barco.
@rangelrachadell