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29 octubre 2019

Syllabus socialista


Ya lo dijo el papa Pío IX, en el índice de los principales errores del siglo XIX, conocido como Syllabus complectens praecipuos nostrae aetatis errores, estaban el socialismo y el comunismo… (IV).

En la encíclica Nostis et nobiscum, Pío IX se refirió “a los nefandos sistemas del nuevo socialismo y comunismo”, y en la Qui pluribus a “la nefanda doctrina del comunismo, contraria al derecho natural, que, una vez admitida, echa por tierra los derechos de todos, la propiedad, la misma sociedad humana… se insinúan fraudulentamente, con especie de piedad sincera, de virtud y disciplina, penetran humildemente, captan con blandura, atan delicadamente, matan a ocultas, apartan de toda religión a los hombres y sacrifican y destrozan las ovejas del Señor… siembran doctrinas pestíferas, depravan las mentes y las almas, sobre todo de los más incautos, y causan perjuicios graves a la religión”.


Hay quienes puedan estar en desacuerdo con otras ideas del papa Pío IX, pero en su rechazo al comunismo fue muy acertado. Considerando que las mencionadas encíclicas se publicaron entre 1846 y 1849, tuvo una visión clara de lo que se convertiría esa ideología con el paso de los años, un experimento social que, manteniendo en constante agitación a la sociedad, promete el paraíso gratis en vida, ocupando las propiedades ajenas y utilizándolas como si fueran públicas.

Se puede hacer el Syllabus del socialismo del siglo XXI que ha traído la ruina a Venezuela, y enumerar los errores así:

1. Graves violaciones de los derechos económicos y sociales.
Ya se ha dicho bastante sobre el informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. Homicidios como el de Fernando Albán, desapariciones forzadas, torturas, violencia sexual y de género contra mujeres y niñas durante su detención, y muchas otras irregularidades. Todo esto configura la crisis humanitaria que ha obligado a tantos venezolanos a huir del socialismo de siglo XXI.

2. Destrucción del salario mínimo.

El salario tiene como función darle valor al trabajo, lo cual estableció el gobierno como la mitad de un petro. El 22 de octubre pasado, Maduro dijo: “Si tengo dos petros ahorrados en bolívares, esos petros a partir de hoy (martes) son divisas convertibles, es decir, unos 120 dólares”. Un petro son 60 dólares y medio petro 30 dólares. Como el salario mínimo es de medio petro, esos 30 dólares dan, por la tasa Dicom de 20.454,31 bolívares, un sueldo de 613.629,30 bolívares. Le están pagando 150.000 bolívares de sueldo mínimo, así que falta dinero o cambiaron la manera de calcular el salario y no lo informaron.

Ver comer a gente de la basura es consecuencia de la destrucción del salario.

3. Robo de elecciones.

La más conspicua fue la presidencial, por la eliminación de los partidos de oposición y la inhabilitación de candidatos. Sin embargo, no se limitó el fraude a esas elecciones, todas han tenido algún grado de manipulación por parte de los órganos sumisos al comunismo que nos gobierna.

4. Apoyo a la guerrilla.

El presidente de Colombia, Iván Duque, denunció el apoyo de Nicolás Maduro a la guerrilla del ELN en suelo venezolano y a las FARC en el territorio colombiano.

Los presidentes Lenín Moreno y Sebastián Piñera acusan a Maduro de enviar y financiar grupos desestabilizadores a sus países y a Latinoamérica en general. Tantos presidentes no deben estar equivocados en su percepción de la política intervencionista, muy parecida a la de Cuba de los años sesenta y setenta.

5. Destrucción de la educación.

Los profesores fuera del país, los maestros en huelga, la intervención de los programas de estudio y su sesgo socialistoide, el desconocimiento de la contratación colectiva, el abandono de la planta física. Lo peor es que no hay generación de relevo en muchas profesiones, entre la mala calidad y la salida de los mejor preparados de este país inviable.

El papa Pío IX enumeró 82 errores en contra de la sociedad y la Iglesia, Maduro y su gobierno ha incurrido en muchos más en contra de nuestro noble pueblo.

Si bien Maduro puede decidir sus acciones, no es libre de elegir las consecuencias de sus actos, estas son el hambre, la miseria, el robo y la emigración. Espero que pague.

Como dijo Robert F. Kennedy: Cada sociedad tiene el tipo de criminal que se merece.

@rangelrachadell

15 octubre 2019

Un día en el Saime


Muchos venezolanos se encuentran en el extranjero y tienen dificultad con las diligencias del pasaporte porque el gobierno de Maduro no es reconocido el legítimo gobernante. Esos países alegan que es un usurpador por su elección fraudulenta, por ilegalizar a los partidos de oposición e inhabilitar a los candidatos con posibilidades de ganarle el proceso electoral.

El pasaporte es su identidad en el extranjero, lo malo es que se vence. En Venezuela tiene un lapso de cinco años de vigencia, terminado el plazo hay que buscar que lo prorroguen o renovarlo. Dicen que es fácil obtenerlo, hasta que se tropiezan con los imponderables.

La consecuencia de ese desconocimiento es que no hay personal de Maduro en las embajadas, hasta el punto de expulsarlos. Falta burocracia que haga las gestiones o entregue los originales. Por ejemplo, si el afectado vive en Colombia e hizo su solicitud en diciembre pasado o pidió su prórroga de pasaporte (es una calcomanía que le colocan y extiende su validez por dos años). Si está listo su documento nadie lo entregará. La representación venezolana en ese país se encuentra a cargo de Humberto Calderón Berti, embajador designado por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.

Otros Estados dan por prorrogado el pasaporte venezolano de manera automática, facilitan la salida y entrada. Sin embargo, usted ingresará a Venezuela con esa credencial, aunque esté vencido, o con su cédula de identidad. Nadie puede prohibirle el ingreso a los nacionales, solo que no saldrá hasta que obtenga un pasaporte vigente. Estoy encerrado.

Un procedimiento que no pueda ser entregado debe cerrarlo e iniciar otro cuando proceda. El sistema electrónico del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) antes Onidex o DIEX, por alguna extraña razón lo borró, está paralizado, le tienen que cambiar el estado civil (hace unos años renové la cédula y a una chica le exigieron que llevara su acta de matrimonio, ella alegó que nunca se había casado), tiene un problema con los hijos menores, cambios de nombres, con la filiación o la búsqueda de datos filiatorios (que le permiten ubicar la partida de nacimiento). Todo esto hay que resolverlo en la única oficina prevista para estos entuertos, que queda en Caracas, ciudad en que eventualmente se va la electricidad y hay agua a menudo.

Yesenia y Stephani vinieron desde Sabana de Mendoza y Monay a esa oficina con la esperanza de continuar con sus planes de visa, perdón, de vida. “De Trujillo pa’ Caracas” debió estar escrito en el vidrio de atrás del carro.

Si quiere resolver su inconveniente con el pasaporte o la cédula tiene que estar en el poste de la esquina del Teatro Municipal de Caracas a las 6:00 am. Yo llegué a las 6:30 am y tenía un montón de gente por delante, me tocó ir a la vuelta del teatro. Suerte que no estaba lloviendo.

Conté siete vendedores de café con sus variantes con cigarrillos, con malojillo, punto de venta o pago móvil, y tres pedigüeños. Un vendedor de caramelos y palmeritas estaba ofreciendo su mercancía y le dijo a una chica: “A ti no, porque eres gorda”. Vi a madres con sus hijos rumbo a la escuela; a varias personas de ojos claros, me entero que hay tantos en esta ciudad. Recordé mis clases de Educación Artística, el teatro tiene columnas de orden corintio.

A las 8:00 am nos pasaron al espacio entre el teatro y el Saime. Éramos alrededor de 300 personas, en una cola tipo serpentín. No avanzamos nada, fue una reorganización. A las 9:00 am empezaron a recoger las cédulas y a las 10:00 am salí del reluciente sol, me pude sentar a las 11:00 am, cuatro horas y media después. Le espera un trencito de sillas en la que se va arrastrando el trasero hasta llegar al funcionario correspondiente.

Casi la mitad de las damas de camisa azul Saime se ven explotadas cual cotufas, no es que se hayan operado, se ven rellenitas y la camisa les queda como hallaca mal amarrada. No me malinterpreten, hay mujeres para todos los gustos, son saporritas. Es poco saludable ese sobrepeso, deberían ponerse a dieta. La caja CLAP no engorda.

Recomiendo, porque yo no lo hice, que lleve un bolso con agua, desayuno y almuerzo, papel de baño, hojas blancas, lapicero preferible de color negro; cuanta constancia posea de su trámite, correos y capturas de pantalla. Desde que inicie su solicitud guarde prueba de todo, es posible que el sistema lo desaparezca y no conserve demostración del pago. Luego de pasar dentro de la oficina una funcionaria que quiso ser educadora, vocea: Hagan caso alumnos de quinto grado que yo soy su maestra. Pide una carta explicativa de lo que le pasó y lo que solicita, dirigida al director, con copia de la cédula de identidad y del pasaporte. Le pregunté a una señora de la cola cómo debía ser redactada, me dijo que iniciara con queridísimo Gustavo Vizcaíno. No me pareció, es cuestión de estilo.

Hay bastante personal, solo que tendrá que mantener su paciencia durante 9 horas para que le den sus 5 minutos de atención y se vaya con la promesa de que el trámite continuará. Ese día no se lleva nada.

El purgatorio empieza en el Saime.

@rangelrachadell

01 octubre 2019

Universidad privada de Medicina


En Venezuela ninguna universidad privada imparte estudios de medicina, el Estado se ha reservado esa carrera. No sé si es una manifestación de la tesis del Estado Docente, una posición gremial o cualquier otra razón que desconozca. Lo cierto es que, hasta ahora, no se ha autorizado la creación de una Facultad de Medicina en una universidad dirigida por ciudadanos o personas jurídicas de derecho privado.

Para poder constituir una universidad privada, según la Ley de Universidades, le corresponde al Ejecutivo Nacional, previa opinión favorable del Consejo Nacional de Universidades, autorizar mediante decreto el funcionamiento de universidades fundadas por personas naturales o jurídicas privadas (artículo 173). En estas solo pueden funcionar las facultades que apruebe el mencionado consejo, y también los cambios. Se requiere un mínimo de tres facultades no afines para la existencia legal de este tipo de universidad (artículo 180).


Un profesional es aquel que el Estado ha autorizado para ejercer una profesión. Entre otras características tiene un nombre de uso exclusivo, por ejemplo: nadie se puede llamar abogado, ingeniero, médico, contador, agrónomo, comunicador social, odontólogo, y unas cuantas denominaciones más, sin que el Estado, ya sea por medio de una universidad pública, la cual emite el respectivo título, o una privada, en la que el ministro de Educación Superior refrende los títulos, que es tanto como verificar que el graduando tiene los estudios, las capacidades y aptitudes propias de la correspondiente carrera. Esta acreditación otorga un monopolio para realizar algunos actos. Esto para garantizar un mínimo de conocimientos por parte de quien ofrece sus servicios a la sociedad.


Desde hace muchos años estoy escuchando que el Centro Médico Docente La Trinidad quiere ser esa universidad privada, que este es su proyecto fundacional, me lo contó mi tío el chino Rangel, que examinaba a mi hijo en esa institución. También lo oí comentar a mediados de los noventa, cuando fui asesor del Consejo de Gobierno del Servicio Autónomo Hospital Vargas. No es un secreto, es una aspiración famosa.

El mes pasado asistí a las Primeras Jornadas de Educación en Salud, efectuadas en el Centro Médico Docente La Trinidad. Allí se expusieron los trabajos de adaptación del currículo de algunas escuelas de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, y otros temas relacionados con la enseñanza. El paradigma es la educación en salud basada en competencias.

Para hacerles el cuento corto, esto de la educación en competencias es un diseño de estudios basados en los conocimientos prácticos, habilidades genéricas o no, y valores relacionados. Hay actividades básicas, como el trabajo en equipo, la búsqueda de información, el uso de la computación y los programas. Los más ambiciosos hablan de aprender a programar.

La educación por competencias es muy necesaria en Europa y en Estados Unidos, en cuyas universidades al estudiante de Medicina no le está permitido tocar al paciente, no le pueden poner un dedo encima. La justificación es la responsabilidad del alumno que, al no ser médico, no puede diagnosticar, curar, realizar actos médicos.


En nuestro país los profesionales de la salud, en especial los médicos, salen muy bien preparados de las universidades, como dijeron en las charlas: son unos miniespecialistas apenas se gradúan de médico general. Esto es consecuencia del diseño educativo y las necesidades del Estado. Los estudiantes de Medicina son parte importante del engranaje y funcionamiento de los hospitales. Al principio de la carrera solo tienen derecho a ver, van haciendo el camino, adquiriendo destrezas y competencias.


El segundo gobierno del presidente Caldera se vio afectado por una huelga radical de los médicos liderados por Fernando Bianco, por mejores condiciones económicas. Ahora, ejercen una medicina de guerra, sin insumos, medicamentos, agua y electricidad; sumado a la inseguridad personal. Si protestan les disparan y los meten presos. A ese señor revolucionario se le olvidó su pasado gremialista.


Los estudiantes de Medicina, junto con los adjuntos y residentes, participan en la revista médica en las salas de hospitalización, interrogando a los pacientes, examinándolos, verificando sus síntomas, los palpan, los auscultan como parte de su preparación. En las emergencias curan, suturan, retiran puntos, elaboran ejercicios diagnósticos junto con el residente, indican exámenes y hacen récipes, no digamos en obstetricia la cantidad de niños que ayudan a nacer. Sin estar graduados. Esta actividad está bajo la dirección del residente, quien echa un ojo a ver si todo va bien. Así cualquiera sale preparado. Lo malo es que les faltan antibióticos, hilo de sutura o férulas de yeso (técnica pasada de moda hace rato). A esa manera de enseñar a los futuros médicos le falta un no sé qué para ser perfecta.


Otro misterio es cómo se preparan los médicos integrales comunitarios, el estudio del marxismo no mata piojos.


Solo las clínicas privadas tienen el material suficiente para prestar una medicina medianamente decente, por ello se impone la necesidad de estudios de Medicina en una universidad privada. Llegamos a esta situación por la falta de apoyo del Estado a las universidades en general y a los hospitales en particular, el que sea, no se salva ni el Hospital Militar. Si tiene una enfermedad busque a su enchufado de preferencia para que le tramite el cupo con los militares, en ese nosocomio si hay suero, aunque carecen de otros insumos. Allí tampoco hacen milagros.


La educación en medicina se tiene que trasladar adonde pueda ser practicada.


@rangelrachadell