Por Jesús Rangel Rachadell
Artículo de opinión publicado en El Nacional:
Artículo de opinión publicado en El Nacional:
En este artículo aclaro las razones por las que considero
que en las próximas elecciones parlamentarias no deben coexistir la tarjeta de
la unidad y las tarjetas de otros partidos políticos.
La última vez que los partidos políticos presentaron una
tarjetica al electorado fue en las elecciones de 1968, cuando se eligió al
presidente Rafael Caldera; en las elecciones posteriores se usó un solo
tarjetón con la imagen de las distintas tarjetas que representaban a los
partidos políticos.

En el plebiscito efectuado por la dictadura de Pérez Jiménez
se coaccionó a los electores empleados públicos para que se quedaran con la tarjeta
roja, que era la tarjeta con la que se expresaba el rechazo al gobierno, y
depositaran la tarjeta azul en la urna electoral. Al día siguiente de las
elecciones debían entregar la tarjeta roja en su trabajo, o eran despedidos,
algo así como la lista Tascón para perseguir a todo el que no estuviera con el
gobierno.
La tarjeta, el tarjetón electoral, la boleta electoral, o la
boleta electoral electrónica, son los medios en los que el elector ha
manifestado su preferencia política.
En estos tiempos modernos se utiliza una boleta electoral
electrónica en la que el elector presiona su opción política en el instrumento
correspondiente (Art. 133, Ley Orgánica de Procesos Electorales).
En la mesa electoral el voto es electrónico y se emite
cuando el elector presiona en la boleta electoral electrónica la opción
correspondiente al candidato, así como el voto lista, de su preferencia, de ser
el caso, y presiona en la pantalla de la máquina de votación el recuadro
“VOTAR”. El voto queda depositado en la urna electrónica o pen drive
(Reglamento LOPE, Art. 310).
Los partidos políticos deben obtener 1% de los votos válidos
emitidos para los cargos de la lista, en las elecciones de diputados a la
Asamblea Nacional, o tendrán que renovar su nómina de adherentes; y el próximo
período constitucional se inicia el 5 de enero de 2016.
La Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas, y
Manifestaciones, publicada en la Gaceta Oficial N° 27725, de fecha 30 de abril
de 1965, reformada parcialmente por la Asamblea Nacional mediante publicación
en la Gaceta Oficial Nº 6013, Extraordinario, del 23 de diciembre de 2010 exige
a los partidos políticos, hoy denominados por la Constitución organizaciones
(también las denomina asociaciones) con fines políticos, renovar en el curso del
año en que comience cada período constitucional su nómina de inscritos en el
porcentaje de 0,5%.
Los partidos que hubieren obtenido en las elecciones
nacionales correspondientes 1% de los votos emitidos solo tendrán que presentar
una constancia de la votación que obtuvieron, debidamente certificada, por el
Consejo Nacional Electoral.
Entonces, si los partidos políticos no obtienen 1% de los
votos emitidos deben renovar la nómina de los inscritos en 0,5%; lo cual para
algunas organizaciones políticas sería un descalabro histórico.
Como consecuencia de la exigua votación obtenida en las
elecciones efectuadas el 26 de septiembre de 2010, 296 partidos políticos,
entre nacionales y regionales, debieron renovar su nómina de inscritos, por no
haber obtenido 1% de la votación en la elección de cargos de la lista a la
Asamblea Nacional.
El Consejo Nacional Electoral, el 19 de enero de 2011,
mediante la Resolución Nº 110119-0008, dictó las normas para la renovación de
nóminas de adherentes de las organizaciones con fines políticos nacionales y
regionales; y en estas normas se estableció que las organizaciones con fines
políticos nacionales y regionales, que no obtuvieron 1% de los votos emitidos
en las elecciones parlamentarias nacionales celebradas el 26 de septiembre de
2010, deberían renovar sus nóminas de adherentes, a los fines de mantener su
vigencia, de conformidad con la normativa legal. En el caso de las
organizaciones con fines políticos nacionales, deberían presentar las nóminas
de adherentes en por lo menos 12 entidades, salvo en aquellas donde hayan
obtenido 1% de los votos válidos emitidos en esas las elecciones.
En las elecciones parlamentarias que deben efectuarse este
2015, si se presenta una tarjeta que represente a la unidad podría pasar que
muchos electores se fueran por esa opción, perjudicando a algunos partidos
políticos pequeños que no obtendrían el tan ansiado 1% de los votos válidos
emitidos, lo cual le haría daño a la concertación que se ha logrado en la Mesa
de la Unidad.
La unidad política de la oposición pasa por el
reconocimiento de la diversidad de ideologías y políticas que se pueden
implementar para salir del desastre económico en el que nos tiene inmerso este
gobierno, así como liberar a los políticos que se han atrevido a manifestar su
pensamiento en contra de esta manera errónea de gobernar; y esa diversidad hay
que salvaguardarla.
@rangelrachadell
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