La vigente Ley Orgánica de la Fuerza
Armada Nacional (Decreto Ley de 2013) expone que: “La verdad deberá ser un
culto para el militar de cualquier graduación” y que “la ambigüedad debe
eliminarse del lenguaje hablado o escrito del militar” (artículo 14 Lofanb).
La
fuerza armada venezolana tiene un problema ético. Por un lado, dicen defender
la democracia, por el otro reprimen a los manifestantes, en evidente violación
de los derechos humanos. Esa ambigüedad en el actuar también deberían
eliminarla, no solo del lenguaje.
Le
corresponde al inspector general de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana
promover el respeto y cumplimiento de los derechos humanos, por cuanto la
conducta de los integrantes de la Fuerza Armada se fundamenta en la disciplina,
la obediencia, la subordinación y el respecto a los derechos humanos. Los
militares deben conocer, respetar, cumplir y hacer cumplir las disposiciones
legales nacionales e internacionales relacionadas con los derechos humanos en
tiempo de paz y en estado de excepción. Todo esto está en la ley que los
regula, solo que no lo cumplen, lo cual es una contradicción por cuanto la ley
define el comportamiento ético del militar, el cual no puede ser ambiguo o
relativo.
Las
mencionadas normas son de observancia obligatoria por parte de todos los
componentes de la Fuerza Armada, no solo de la Guardia Nacional Bolivariana,
que es la responsable, junto con la Milicia Bolivariana, de contribuir al
mantenimiento del orden interno.
La
seguridad de la nación se garantiza por el goce y ejercicio de los ciudadanos
de sus derechos y garantías. Es obligación del Estado asegurar la preservación
del orden interno, “entendido este como el estado en el cual se administra
justicia y se consolidan los valores y principios consagrados en la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y las demás leyes, mediante las
previsiones y acciones que aseguren el cumplimiento de los deberes y el
disfrute de los derechos y garantías por parte de los ciudadanos” (artículo 18
de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación).
La
Fuerza Armada está en la obligación de garantizar la seguridad de la nación, y
esta es consecuencia de que se consoliden los valores y principios
constitucionalizados, además de que se asegure el cumplimiento de los derechos
previstos en la Constitución.
Una
de las políticas del Estado, definida a través del Consejo Nacional de Derechos
Humanos, en la que participó el ministro del poder popular para la Defensa,
Vladimir Padrino López, es el Plan Nacional de Derechos Humanos 2016-2019, y en
este se dice: El voto, más que un mecanismo para la escogencia de unos
representantes, ha sido desde entonces un instrumento de transformación y lucha
política, a través del cual el pueblo históricamente excluido ha participado en
decisiones transcendentales de la vida nacional.
El
voto, como manifestación de voluntad del elector, es un derecho constitucional
que debe ser garantizado, entre otros, por la Fuerza Armada tal y como se
desprende de las normas citadas. La actual lucha política se puede dirimir con
el ejercicio del voto, no solo con la represión de los manifestantes o con el
procesamiento militar, en violación del debido proceso, y encarcelamiento de
los opositores al gobierno.
En
el mencionado plan, el Ministerio de la Defensa se comprometió a generar un mecanismo
que asegure la supervisión continua del respeto a los derechos humanos en los
centros de detención policial y militar, garantizando, entre otras cosas, la
existencia de registros detallados y actualizados sobre las personas detenidas
y las condiciones de su detención. Este mecanismo que no ha sido creado,
lamentablemente la opacidad es la característica de los tribunales militares
que, como todos sabemos, no tienen competencia para juzgar a los civiles según
la Constitución.
Si
los militares quisieran demostrar que la Constitución y las leyes son algo más
que el papel en las que están escritas, es suficiente con cumplir con su
obligación de proteger a los ciudadanos que reclaman sus derechos de votar, de
comer, de tener salud, con eso es suficiente; esa es la verdad, ese debería ser
su culto.
@rangelrachadell
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