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15 octubre 2019
Un día en el Saime
Muchos venezolanos se encuentran en el extranjero y tienen dificultad con las diligencias del pasaporte porque el gobierno de Maduro no es reconocido el legítimo gobernante. Esos países alegan que es un usurpador por su elección fraudulenta, por ilegalizar a los partidos de oposición e inhabilitar a los candidatos con posibilidades de ganarle el proceso electoral.
El pasaporte es su identidad en el extranjero, lo malo es que se vence. En Venezuela tiene un lapso de cinco años de vigencia, terminado el plazo hay que buscar que lo prorroguen o renovarlo. Dicen que es fácil obtenerlo, hasta que se tropiezan con los imponderables.
La consecuencia de ese desconocimiento es que no hay personal de Maduro en las embajadas, hasta el punto de expulsarlos. Falta burocracia que haga las gestiones o entregue los originales. Por ejemplo, si el afectado vive en Colombia e hizo su solicitud en diciembre pasado o pidió su prórroga de pasaporte (es una calcomanía que le colocan y extiende su validez por dos años). Si está listo su documento nadie lo entregará. La representación venezolana en ese país se encuentra a cargo de Humberto Calderón Berti, embajador designado por el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
Otros Estados dan por prorrogado el pasaporte venezolano de manera automática, facilitan la salida y entrada. Sin embargo, usted ingresará a Venezuela con esa credencial, aunque esté vencido, o con su cédula de identidad. Nadie puede prohibirle el ingreso a los nacionales, solo que no saldrá hasta que obtenga un pasaporte vigente. Estoy encerrado.
Un procedimiento que no pueda ser entregado debe cerrarlo e iniciar otro cuando proceda. El sistema electrónico del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) antes Onidex o DIEX, por alguna extraña razón lo borró, está paralizado, le tienen que cambiar el estado civil (hace unos años renové la cédula y a una chica le exigieron que llevara su acta de matrimonio, ella alegó que nunca se había casado), tiene un problema con los hijos menores, cambios de nombres, con la filiación o la búsqueda de datos filiatorios (que le permiten ubicar la partida de nacimiento). Todo esto hay que resolverlo en la única oficina prevista para estos entuertos, que queda en Caracas, ciudad en que eventualmente se va la electricidad y hay agua a menudo.
Yesenia y Stephani vinieron desde Sabana de Mendoza y Monay a esa oficina con la esperanza de continuar con sus planes de visa, perdón, de vida. “De Trujillo pa’ Caracas” debió estar escrito en el vidrio de atrás del carro.
Si quiere resolver su inconveniente con el pasaporte o la cédula tiene que estar en el poste de la esquina del Teatro Municipal de Caracas a las 6:00 am. Yo llegué a las 6:30 am y tenía un montón de gente por delante, me tocó ir a la vuelta del teatro. Suerte que no estaba lloviendo.
Conté siete vendedores de café con sus variantes con cigarrillos, con malojillo, punto de venta o pago móvil, y tres pedigüeños. Un vendedor de caramelos y palmeritas estaba ofreciendo su mercancía y le dijo a una chica: “A ti no, porque eres gorda”. Vi a madres con sus hijos rumbo a la escuela; a varias personas de ojos claros, me entero que hay tantos en esta ciudad. Recordé mis clases de Educación Artística, el teatro tiene columnas de orden corintio.
A las 8:00 am nos pasaron al espacio entre el teatro y el Saime. Éramos alrededor de 300 personas, en una cola tipo serpentín. No avanzamos nada, fue una reorganización. A las 9:00 am empezaron a recoger las cédulas y a las 10:00 am salí del reluciente sol, me pude sentar a las 11:00 am, cuatro horas y media después. Le espera un trencito de sillas en la que se va arrastrando el trasero hasta llegar al funcionario correspondiente.
Casi la mitad de las damas de camisa azul Saime se ven explotadas cual cotufas, no es que se hayan operado, se ven rellenitas y la camisa les queda como hallaca mal amarrada. No me malinterpreten, hay mujeres para todos los gustos, son saporritas. Es poco saludable ese sobrepeso, deberían ponerse a dieta. La caja CLAP no engorda.
Recomiendo, porque yo no lo hice, que lleve un bolso con agua, desayuno y almuerzo, papel de baño, hojas blancas, lapicero preferible de color negro; cuanta constancia posea de su trámite, correos y capturas de pantalla. Desde que inicie su solicitud guarde prueba de todo, es posible que el sistema lo desaparezca y no conserve demostración del pago. Luego de pasar dentro de la oficina una funcionaria que quiso ser educadora, vocea: Hagan caso alumnos de quinto grado que yo soy su maestra. Pide una carta explicativa de lo que le pasó y lo que solicita, dirigida al director, con copia de la cédula de identidad y del pasaporte. Le pregunté a una señora de la cola cómo debía ser redactada, me dijo que iniciara con queridísimo Gustavo Vizcaíno. No me pareció, es cuestión de estilo.
Hay bastante personal, solo que tendrá que mantener su paciencia durante 9 horas para que le den sus 5 minutos de atención y se vaya con la promesa de que el trámite continuará. Ese día no se lleva nada.
El purgatorio empieza en el Saime.
@rangelrachadell
01 octubre 2019
Universidad privada de Medicina
En Venezuela ninguna universidad privada imparte estudios de medicina, el Estado se ha reservado esa carrera. No sé si es una manifestación de la tesis del Estado Docente, una posición gremial o cualquier otra razón que desconozca. Lo cierto es que, hasta ahora, no se ha autorizado la creación de una Facultad de Medicina en una universidad dirigida por ciudadanos o personas jurídicas de derecho privado.
Para poder constituir una universidad privada, según la Ley de Universidades, le corresponde al Ejecutivo Nacional, previa opinión favorable del Consejo Nacional de Universidades, autorizar mediante decreto el funcionamiento de universidades fundadas por personas naturales o jurídicas privadas (artículo 173). En estas solo pueden funcionar las facultades que apruebe el mencionado consejo, y también los cambios. Se requiere un mínimo de tres facultades no afines para la existencia legal de este tipo de universidad (artículo 180).
Un profesional es aquel que el Estado ha autorizado para ejercer una profesión. Entre otras características tiene un nombre de uso exclusivo, por ejemplo: nadie se puede llamar abogado, ingeniero, médico, contador, agrónomo, comunicador social, odontólogo, y unas cuantas denominaciones más, sin que el Estado, ya sea por medio de una universidad pública, la cual emite el respectivo título, o una privada, en la que el ministro de Educación Superior refrende los títulos, que es tanto como verificar que el graduando tiene los estudios, las capacidades y aptitudes propias de la correspondiente carrera. Esta acreditación otorga un monopolio para realizar algunos actos. Esto para garantizar un mínimo de conocimientos por parte de quien ofrece sus servicios a la sociedad.
Desde hace muchos años estoy escuchando que el Centro Médico Docente La Trinidad quiere ser esa universidad privada, que este es su proyecto fundacional, me lo contó mi tío el chino Rangel, que examinaba a mi hijo en esa institución. También lo oí comentar a mediados de los noventa, cuando fui asesor del Consejo de Gobierno del Servicio Autónomo Hospital Vargas. No es un secreto, es una aspiración famosa.
El mes pasado asistí a las Primeras Jornadas de Educación en Salud, efectuadas en el Centro Médico Docente La Trinidad. Allí se expusieron los trabajos de adaptación del currículo de algunas escuelas de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, y otros temas relacionados con la enseñanza. El paradigma es la educación en salud basada en competencias.
Para hacerles el cuento corto, esto de la educación en competencias es un diseño de estudios basados en los conocimientos prácticos, habilidades genéricas o no, y valores relacionados. Hay actividades básicas, como el trabajo en equipo, la búsqueda de información, el uso de la computación y los programas. Los más ambiciosos hablan de aprender a programar.
La educación por competencias es muy necesaria en Europa y en Estados Unidos, en cuyas universidades al estudiante de Medicina no le está permitido tocar al paciente, no le pueden poner un dedo encima. La justificación es la responsabilidad del alumno que, al no ser médico, no puede diagnosticar, curar, realizar actos médicos.
En nuestro país los profesionales de la salud, en especial los médicos, salen muy bien preparados de las universidades, como dijeron en las charlas: son unos miniespecialistas apenas se gradúan de médico general. Esto es consecuencia del diseño educativo y las necesidades del Estado. Los estudiantes de Medicina son parte importante del engranaje y funcionamiento de los hospitales. Al principio de la carrera solo tienen derecho a ver, van haciendo el camino, adquiriendo destrezas y competencias.
El segundo gobierno del presidente Caldera se vio afectado por una huelga radical de los médicos liderados por Fernando Bianco, por mejores condiciones económicas. Ahora, ejercen una medicina de guerra, sin insumos, medicamentos, agua y electricidad; sumado a la inseguridad personal. Si protestan les disparan y los meten presos. A ese señor revolucionario se le olvidó su pasado gremialista.
Los estudiantes de Medicina, junto con los adjuntos y residentes, participan en la revista médica en las salas de hospitalización, interrogando a los pacientes, examinándolos, verificando sus síntomas, los palpan, los auscultan como parte de su preparación. En las emergencias curan, suturan, retiran puntos, elaboran ejercicios diagnósticos junto con el residente, indican exámenes y hacen récipes, no digamos en obstetricia la cantidad de niños que ayudan a nacer. Sin estar graduados. Esta actividad está bajo la dirección del residente, quien echa un ojo a ver si todo va bien. Así cualquiera sale preparado. Lo malo es que les faltan antibióticos, hilo de sutura o férulas de yeso (técnica pasada de moda hace rato). A esa manera de enseñar a los futuros médicos le falta un no sé qué para ser perfecta.
Otro misterio es cómo se preparan los médicos integrales comunitarios, el estudio del marxismo no mata piojos.
Solo las clínicas privadas tienen el material suficiente para prestar una medicina medianamente decente, por ello se impone la necesidad de estudios de Medicina en una universidad privada. Llegamos a esta situación por la falta de apoyo del Estado a las universidades en general y a los hospitales en particular, el que sea, no se salva ni el Hospital Militar. Si tiene una enfermedad busque a su enchufado de preferencia para que le tramite el cupo con los militares, en ese nosocomio si hay suero, aunque carecen de otros insumos. Allí tampoco hacen milagros.
La educación en medicina se tiene que trasladar adonde pueda ser practicada.
@rangelrachadell
18 septiembre 2019
Día de la Democracia
En
la Declaración Universal de Derechos Humanos se dicen cosas curiosas, como que
toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente
o por medio de representantes libremente escogidos. La Asamblea Nacional,
escogida por los venezolanos en 2010, fue desconocida por el abyecto Tribunal
Supremo de Justicia entregado al gobierno. El Consejo Nacional Electoral anuló
a los partidos políticos y a eventuales candidatos para que no puedan ser
contrincantes legítimos, e impidió “el derecho de acceso, en condiciones de
igualdad, a las funciones públicas”, desconoció que la voluntad del pueblo es
la base de la autoridad del poder público y tergiversó el sufragio universal,
igual y secreto, y no garantizó la libertad del voto.
El 15 de septiembre se celebró el Día
Internacional de la Democracia (ONU), materia pendiente en Venezuela. Hace unos
días, Jorge Arreaza, uno de los usurpadores, ratificó por enésima vez el
supuesto derecho a la autodeterminación de los venezolanos a darse el gobierno
que a bien consideren. Esa hipotética libertad no se cumple por estos lares.
Maduro,
con su recurrente hipocresía, al celebrar el Día de la Democracia habla de
inclusión social cuando los venezolanos se van por su falta de respaldo a los
más necesitados, de redistribución de la renta petrolera y se produce menos
petróleo, y el que se extrae paga deudas viejas, queda poco para repartir. Dice
garantizar la paz y la estabilidad nacional, parece que se refiere a la
tranquilidad de las calles después de las 7:00 de la noche, hora en la que
pocos son los que se atreven a pasearse por el riesgo de ser asaltados por los
mismos encargados del orden público. La inestabilidad es lo que caracteriza a
este gobierno, estamos esperando a que caiga por su propio peso.
El
gobierno se esconde detrás del principio de autodeterminación y perpetra lo que
les viene en gana dentro del territorio de la República. La Carta de las
Naciones Unidas considera que “las condiciones de estabilidad y bienestar
necesarias para las relaciones pacíficas y amistosas entre las naciones,
basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre
determinación de los pueblos” son consecuencia de “niveles de vida más
elevados, trabajo permanente para todos, y condiciones de progreso y desarrollo
económico y social” (artículo 55). En consecuencia, no hay principio de autodeterminación
de los pueblos sin libertad y sin mejores circunstancias de vida de la
población.
Libre
determinación no significa independencia para trampear los comicios internos,
desaguisados electorales y represión indiscriminada. Es decir, sin derechos
humanos fundamentales no hay principio que valga.
Lo
que está ocurriendo en Venezuela es una guerra de agresión del Estado
venezolano que no representa la totalidad de la población. Más bien es una
lucha contra el pueblo, mediante fuerzas irregulares y bandas armadas. El
sistema político y económico que nos impone con violencia el socialismo del
siglo XXI afecta la salud, la integridad personal, la educación. Sin embargo,
existimos como nación oprimida, marginada, sojuzgada y relegada a las
decisiones de otros. Lo peor, somos una colonia de esa potencia extranjera que
se llama Cuba.
Aquí
los que tenemos derecho a la autodeterminación somos nosotros, el pueblo
subyugado, dotados por el creador de ciertos derechos inalienables y podemos
alterar o abolir un gobierno que los destruye (Estados Unidos, 1776). Los
venezolanos, según nuestra Constitución, conservamos el deber de resguardar y
proteger la soberanía y la autodeterminación de la nación, no del Estado
(artículo 130).
Ahora
bien, necesitamos manifestarnos mediante un plebiscito o referéndum sobre si
queremos continuar con este gobierno hambreador, esto sí sería una
manifestación de soberanía popular. Por supuesto, no organizado por los
cómplices del CNE.
La
democracia es mucho más que votar, la voluntad popular y el Estado de Derecho
son sus pilares. Asimismo, no se puede hablar de soberanía del pueblo si hay
dificultades para expresarse, si las elecciones no son competitivas.
Hay
que ver que Maduro sí ha tenido suerte. Llega a ser presidente sin merecerlo y
gobierna sin virtudes. No obstante, si quisiera corregirse no lo dejarían sus
colaboradores, el vil metal los tiene entrampados, en todo caso, la historia no
los perdonará.
Como
recuerda Boecio que dijo Eurípides: ¡Oh Gloria, Gloria! ¡a cuántos y cuántos
que no tenían mérito alguno has prodigado vida de grandezas!
@rangelrachadell
03 septiembre 2019
TSJ vs UCV
El conflicto del gobierno contra las universidades ha tenido varias etapas. Control del presupuesto, de los sueldos y de la matrícula universitaria. Por medio del Tribunal Supremo de Justicia, la prohibición de elegir autoridades, y la imposición de una ley que no cumplió con el procedimiento de creación establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como fue la Ley Orgánica de Educación.
El último acto de intervención es la sentencia de la Sala Constitucional N° 324 del 27-08-2019, por la que coacciona a las autoridades y a las comisiones electorales para que organicen unas elecciones con un sistema electoral que no está en ninguna ley, y con la amenaza de declarar ausencia absoluta de todos los cargos, y el Consejo Nacional de Universidades proceda a sustituirlos.
Los magistrados que firmaron ese adefesio reflejan inconsistencias con su propia jurisprudencia, genera dudas y presenta vacíos importantes, aparte de declarar con lugar una solicitud de medida cautelar distinta, muy distinta, a la solicitada por uno de los denunciantes. Luego de 10 años de interpuesta la nulidad de la Ley Orgánica de Educación, proceso en que fue dictada la decisión, todavía el TSJ no ha decidido el fondo del asunto, demostrando una negligencia interesada en el cumplimiento de sus deberes.
Esta decisión ordena a la UCV elegir autoridades en un lapso perentorio y remite a un cronograma de elecciones que dictará el Consejo Nacional de Universidades para las demás universidades nacionales. Esto es un trato discriminatorio y parece algo personal en contra de la rectora García Arocha.
La sentencia ordena elaborar el Registro Electoral Universitario, celebrar las elecciones, totalizar votos, adjudicar y proclamar a los ganadores en un plazo que no podrá exceder de seis (6) meses a partir de la publicación, cuando lo legal es luego de notificados los afectados; pero bueno, esta es la justicia socialista. Aunque no estoy de acuerdo con ese inicio, el lapso lo impusieron del 28-08-2019 al 27-02-2020.
El procedimiento diseñado por la Sala Constitucional para elegir autoridades universitarias es un monstruo como el de Frankenstein. Dictado en contra de la letra de la Constitución, agrupa en cinco sectores a los integrantes de la comunidad universitaria a que se refiere la impugnada Ley Orgánica de Educación: profesores, estudiantes, personal administrativo, personal obrero y los egresados. A estos últimos, se restringe su derecho a participar al exigirles: a) ejercer la profesión, b) vivir en la sede de la universidad (en el caso de la UCV, puede ser la ciudad de Caracas, el Distrito Capital o el Distrito Metropolitano, suprimido y liquidado por la asamblea nacional constituyente el 20-12-2017), y c) presentar una carta de residencia en el lapso de 30 días hábiles. Si el Consejo Universitario convoca las elecciones el día siguiente de la incorporación a actividades, el registro electoral se cierra el 30 de octubre de este año.
La Sala Constitucional considera ganador al candidato que logre mayoría en tres de cinco sectores, y ordena una segunda vuelta si no se obtiene la mitad de los votos emitidos en todos los sectores. Este sistema es más engorroso que el diseñado para la fraudulenta asamblea constituyente.
En el caso que ningún candidato obtenga: a) la mayoría de los sectores electorales; y b) la mayoría absoluta de los votos de todos los sectores; se procederá a una segunda vuelta con los dos que hayan obtenido la mayor cantidad de sectores electorales. Esta segunda vuelta se celebrará dentro de los 30 días hábiles siguientes a la primera elección, con dos candidatos para cada uno de los cargos rectorales y decanales aptos para una segunda vuelta.
Se tendrían que organizar 15 elecciones en la UCV (rector, vicerrector académico, vicerrector administrativo, secretario y decanos de 11 facultades). Tomando en cuenta el último cronograma de la Comisión Electoral para la elección de autoridades universitarias (Boletín N° 007/2012), este proceso se demoraba más de 4 meses, solo que cambiaron las condiciones. Pero las actividades de la UCV, según calendario, se reinician el 16 de septiembre, es decir, quienes disfrutan de sus vacaciones no tienen la obligación de regresar hasta esa fecha y no se debería contabilizar esos 19 días. Así son las dictaduras.
Tampoco se puede contabilizar el lapso de vacaciones previstas entre el 16-12-2019 y el 3-01-2020, por lo que hay que restar otros 18 días al cronograma. Estas vacaciones están aprobadas en el calendario oficial de la UCV, y muchos electores o posibles candidatos tendrán planes. También deben ser descontados el asueto de Carnaval, 24 y 25 de febrero de 2020. El posible cronograma no será de 6 meses.
Considero que es inconstitucional el derecho a votar de algunos sectores, el registro electoral como está diseñado, y peligrosa la presión a los sectores por mecanismos parecidos a las cajas CLAP. La UCV tiene lectoras ópticas para totalizar resultados, y, una vez que estén definidos los candidatos, hay que imprimir los tarjetones especiales. Es necesario tiempo y plata. Hacer el proceso es cuesta arriba.
La Comisión Electoral de la UCV está dedicada a la elección de representantes de los egresados ante el Cogobierno Universitario para el período 2019-2021, acto comicial a efectuarse el 14-11-2019. Esta comisión debe resolver las dudas que se presenten y solicitar al Consejo Universitario la nulidad de la normativa de su reglamento que colida con la orden del TSJ, por cuanto los artículos suspendidos de la Ley de Universidades no son los únicos que regulan las elecciones en la UCV.
Maduro, el Cleón moderno, se la ha puesto difícil a las universidades.
Se acabó la autonomía. Sigamos con la esperanza de cambio.
@rangelrachadell
06 agosto 2019
Problemas electorales
Si habrá o no elecciones para salir de la dictadura no lo
sabemos, pero si la oposición pudiera organizar el proceso electoral tendremos
que resolver varios e importantes problemas.
El
gobierno de Chávez y Maduro viciaron los procesos electorales de muchas
maneras, y quienes dirigen el Consejo Nacional Electoral no protegieron el
derecho al voto, a la representación popular e impidieron la participación de
importantes sectores de la sociedad por el hecho de pensar diferente a ellos,
por no querer ser dominados por el comunismo a la cubana.
El
principal problema que debe enfrentar la oposición es la migración forzada por
el hambre generada por el gobierno del socialismo del siglo XXI. Demás está
decir que, si están fuera del país 4 o 5 millones de venezolanos, en su mayoría
son los desencantados con la plaga militar. Los que se fueron al principio lo
hicieron previendo el desastre económico al que nos iba a llevar la demagogia
electrizante del iluminado de Sabaneta. Los que se fueron, y siguen yéndose,
vivieron en su estómago las nefastas decisiones de Maduro y los muertos que ha
traído la dictadura, los hermanos Rodríguez y el sinfín de compinches
subyugados al dinero del petróleo.
En
Venezuela, con casi 25% del electorado fuera del país, nos encontramos con la
población dividida en 80% de oposición y 20% del gobierno (parece mentira que
este gobierno pueda tener tanto apoyo a pesar de las penurias que nos hace
pasar). Significa que necesitamos que los venezolanos en el exterior puedan
ejercer su derecho al voto, para ello es necesario que el Estado venezolano
implemente muchos centros de registro en el extranjero, no solo en las
embajadas y consulados; además, que les otorgue el tiempo y hagan la
divulgación suficiente para inscribirse. A los migrantes, con o sin problemas
económicos, se les hará muy difícil ejercer el voto, pues tendrán que
trasladarse largas distancias, algunos en climas exigentes; por ejemplo: Chile,
en el que la migración se ha ubicado en pueblos del interior de ese país,
trasladarse a Santiago es equivalente a un periplo.
También
hay problemas con el registro electoral de los electores que siguen en el país,
el CNE se ha encargado de mudar de su centro de votación a muchas personas sin
su consentimiento, una manera de distraer y amargarle la vida a simples
mortales, para los que votar es equivalente al esfuerzo de Sísifo.
Otro
problema es la representación política de la oposición, a la cual el CNE ha
perseguido, anulado y desconocido sin procedimiento alguno, es decir, sin
otorgar el derecho a la defensa. A eso se le suma la intervención de partidos
políticos por parte del Tribunal Supremo de Justicia, que ha desconocido a las
autoridades electas y le ha entregado la dirección de esas organizaciones a
seguidores y afectos del gobierno bolivariano (véase los casos de Copei y el
Movimiento de Integridad Nacional o MIN-Unidad). Mientras no se regularice la
situación de los partidos políticos anulados e intervenidos poco se podrá
avanzar en la organización de unas elecciones, para las que se depende de los
testigos y representantes electorales en las mesas. Cuando se podía postular
por cada uno de los partidos había una competencia sana, el que lograba más
votos demostraba su peso político, su capacidad de convocar, su organización
interna y la conexión de sus dirigentes con el electorado. Esta es una
realidad, el que tiene más votos puede aspirar a una mejor posición política en
la siguiente elección.
Aunque
la fecha de la elección pueda parecer lejana, no lo es. Si el proceso electoral
se efectúa dentro de 9 meses, un año o año y medio, esto está a la vuelta de la
esquina, por los problemas que he referido y por un detalle que se olvida.
Imagínense que mañana es el día de la elección en el que podemos escoger un
presidente democrático que respete las instituciones y gobierne conforme a la
ley, que se comprometa en que regresemos a ser otra vez un Estado de Derecho.
Usted
quiere votar, si vive en Caracas podría trasladarse en Metro si hay
electricidad, en carro si lo tiene bueno, si hay gasolina; salir del barrio
puede ser complicado. En el resto del país hay que acudir al sistema de
transporte, los llamados carritos por puesto, busetas, buses o microbuses. Hoy
son pocos los que funcionan, no tienen cauchos, frenos y demás repuestos. Si la
oposición quiere movilizar a sus electores tendrá que contactar y ayudar a los
propietarios de las unidades de transporte, y darles apoyo económico. Las
personas que estén trabajando en las mesas tienen que comer, hay que preparar y
llevarles alimentos y bebidas. El costo de esta particularidad del proceso
electoral pocos la ven, pero es imprescindible.
El
próximo proceso electoral puede que sea el primero sin el Plan República, sin
los militares dentro de los centros electorales. Un proceso en el que los
vestidos de verde no serán los que decidan si un testigo de la oposición puede
tener o no acceso a observar cómo se desenvuelve la votación. En el que la
fuerza de las armas no se imponga en un proceso netamente cívico. Su función
podría quedar circunscrita al traslado de material y su custodia, y el día de
la votación estar dedicados a colaborar con la policía en el control del orden
público, fuera del recinto electoral. Se lo han ganado por su apoyo a la
dictadura.
Ese
día votaremos felices.
@rangelrachadell
23 julio 2019
El acta de nacimiento
En esta época de trámites,
apostillas y legalizaciones, resulta que pocos saben el valor de los documentos
que les da tantos dolores de cabeza. La burocracia no está diseñada para
resolver problemas, por lo menos no aquí de este lado del muro.
El principal documento para poder
viajar con un menor de edad es el acta de nacimiento, conocida antes como
partida de nacimiento. Si el menor viaja con ambos padres no hay problema, se
prueba la filiación con el acta y debería poder salir del país. Conozco casos
de personas que casi pierden sus vuelos por exigencias inverosímiles de parte
de los funcionarios de emigración. Si uno de los padres falleció debe presentar
el acta de defunción. Para viajar por el territorio nacional solo es necesario
la presencia de uno de los padres, eso sí, con el acta que prueba la filiación.
El acta de nacimiento es un
documento curioso, por cuanto se desprende del certificado médico de nacimiento
(para los nacidos en establecimientos de salud públicos o privados) y luego
viene la declaración de los padres. Me comentan que la certificación está
difícil por falta de material en los hospitales públicos.
La mencionada acta tiene datos
importantes, con efectos jurídicos, y algunos de ellos se pueden cambiar, otros
no. Empecemos con uno que no se puede cambiar, el sexo. Si usted cambia de sexo
(transexual), en el estado actual de la jurisprudencia, si nació hembra o macho
así se mantendrá toda la vida. Otra cosa es que se equivocasen al identificar
el sexo, lo cual sucede, pero los tribunales tampoco aceptan reformar el acta
de nacimiento por esta causa. Hay un supuesto de un dato aparente, pero no es
el sexo, es la edad en el caso de los niños expósitos (los abandonados), la
edad que se coloque es aproximada.
El acta prueba la filiación. La madre siempre es cierta (Mater semper certa est), la paternidad es un acto de fe y debe apurarse si tiene dudas. Se debe colocar los nombres, apellidos, nacionalidad, edad, profesión y residencia del padre y de la madre, que son los datos de identidad de los progenitores biológicos, omitiendo el estado civil de los mismos.
El Código Civil le otorga al
padre un lapso corto de seis meses para interponer la acción de desconocimiento
de la paternidad, contado desde el nacimiento o de conocer su ocultamiento. Si
en un juicio logra demostrar que no es su hijo se tendrá que hacer la
corrección en el acta. Puede que alguien quiera demandar a quien cree que es su
padre, y si logra el reconocimiento mediante sentencia judicial, también le
tendrán que reformar su acta de nacimiento. Aunque el caso no ha terminado,
pueden solazarse con la historia del cantante Julio Iglesias y su nuevo hijo de
42 años.
Los nombres y apellidos es otra
mención del acta. Los apellidos pueden cambiar por los supuestos arriba
mencionados, siendo el nombre la causa más común de los procedimientos de
rectificación. La Ley Orgánica de Registro Civil permite cambiar el nombre
propio, por una sola vez, cuando este sea infamante, lo someta al escarnio
público, atente contra su integridad moral, honor y reputación, o no se
corresponda con su género. Saludos a mi amigo Rosario y a la señora Mañanita.
El lugar de nacimiento es un dato
importantísimo, ya que de él depende la nacionalidad, que a su vez es un
vínculo jurídico con un Estado. Puede nacer en el extranjero de padre o madre
venezolanos y su nacionalidad es venezolana. Este dato –la nacionalidad, no el
lugar de nacimiento– puede ser alterado en el acta de nacimiento, por la
renuncia a la nacionalidad, lo que generará la respectiva nota marginal. En estos
tiempos de odio puede que alguien quiera borrar de su pasado que fue de
nacionalidad venezolana, previa adquisición de otra.
Sin tener relación con la
astrología o con el horóscopo, se debe dejar constancia del día, el mes, el año
y la hora de nacimiento. La mayoría de edad y la consecuente adquisición de la
capacidad plena se adquiere, como expresa el Código Civil: Es mayor de edad
quien haya cumplido dieciocho (18) años. Este dato, la fecha de nacimiento, no
puede ser alterado. Diferencias familiares hubo entre unas conocidas, por haber
inscrito el padre a su hija un año posterior a su nacimiento y con la fecha de
la inscripción. Una de las hermanas se molestaba cuando la otra alegaba que
tenía menos años, según la cédula. Les comento, los equipos de beisbol, ante
los fraudes a los que se prestan las autoridades, están solicitando la Fe de
Bautismo de los muchachos. Parece que los curas no se prestan a alterar los
datos que se reflejan en sus actas.
El dato que si puede ser alterado
es el de la capacidad para los actos civiles, como consecuencia de una
interdicción judicial, como expresa el Código Civil: El mayor de edad y el
menor emancipado que se encuentren en estado habitual de defecto intelectual
que los haga incapaces de proveer a sus propios intereses, serán sometidos a
interdicción, aunque tengan intervalos lúcidos. Esto genera una nota al margen
del acta de nacimiento.
El acta de nacimiento solo se
puede alterar mediante sentencias de los tribunales que modifiquen la
identificación, la filiación, el estado civil familiar o la capacidad de las
personas. Cualquier otra mención que no sea de las anteriores debe esperar por
una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, en el que todo es posible.
@rangelrachadell
09 julio 2019
Desfiles peligrosos
Un
buen desfile tiene caballos con soldados vestidos a la usanza patriótica,
soldados trotando y pegando gritos. Recuerdo a un familiar marchando con Los
Cazadores, quien iba a pensar que toda esa euforia militarista caería en la
nada, en el mayor desprecio por los disfrazados de verde. Helicópteros,
aviones, paracaidistas, tanques, todos con nombres rimbombantes en clara
alusión al pasado militarista con el que no tienen ninguna coincidencia. El
narrador vocea: aquí viene el grupo de blindados Negro Primero, la
representación del batallón Hugo Chávez, el equipo de asalto del erario
nacional representado por los ministros tales y tales, la milicia mostrando el
poderío de las cajas CLAP vacías.
Razón tiene Nicolás para ver los desfiles
militares de lejos, no vaya a ser que le pase como a Anwar el-Sadat, que lo
mataron el 6 de octubre de 1981, mientras observaba el Desfile de la Victoria.
Ese día, solo seis soldados del ejército fueron suficientes para ametrallar al
presidente egipcio. No lo llamen cobarde, tiene derecho de preocuparse por su
vida, algo está haciendo para vivir en ese estrés. Pero la historia no termina
ahí.
Hosni
Mubarak, quien era el vicepresidente de Sadat, lo sucedió y se mantuvo en el
poder durante 29 años y 4 meses. No solo está libre, sino que fue absuelto de
cualquier delito. Puede que la dictadura de Sadat hubiera terminado antes. Lo
que demuestra la historia es que el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Cuiden a Nicolás, no lo maten, no hay garantías de que el que venga sea un
demócrata. Mejor hacemos elecciones, eso sí, con todas las garantías que exige
el presidente Guaidó.
Matar
presidentes o reyes trae complicaciones, por ejemplo: el 1 de marzo de 1881,
unos terroristas mataron al zar Alejandro II de Rusia, lo hereda su sobrino
Nicolás (no es el mismo de arriba), con solo 13 años. Cuando se hace grande
mete a Rusia en la Primera Guerra Mundial, el otro mata gente de otra manera, a
unos a crédito, a otros al contado.
No
puede quedar por fuera el asesinato de Francisco Fernando de Austria en 1914.
La organización terrorista Mano Negra, queriendo liberar a Serbia de toda
dominación de Austria decidió matar al príncipe heredero. Estas malas noticias
cambiaron todo.
Cuando
muchos desearon la muerte de Chávez, la divina providencia los complació. Demás
está repetir aquello del remedio. Nicolás es la mayor desgracia que hayamos
vivido, aunque podría venir un pelo peor.
Los
desfiles no son solo para conmemorar fechas patrias, grandes batallas,
cumpleaños u onomásticos. También sirven para demostrar fuerza, lo último en
tecnología militar, los mejores tanques y aviones. Llaman al pueblo y a las
representaciones diplomáticas a observar la potencia militar con la que se
cuenta para evitar una agresión. Al igual que el Plan República en los procesos
electorales, es la oportunidad para que los mandos militares se gasten una
fortuna en sus juguetes, protegidos por el secreto militar y de Estado en los
gastos incurridos. Pídale lo que quiera al comandante del desfile, no importa
que sea de la aviación.
Este
5 de Julio sí desfilaron las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), ese mismo
cuerpo de seguridad que el informe de la alta comisionada de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos dice que ha “sido presuntamente responsable de
numerosas ejecuciones extrajudiciales en operaciones de seguridad”, que “hizo
un uso excesivo de la fuerza de manera deliberada” y que es “responsable de
centenares de muertes violentas”. La alta comisionada, en sus recomendaciones,
hace un llamado a que se “disuelvan las FAES y establezca un mecanismo nacional
imparcial e independiente, con apoyo de la comunidad internacional, para
investigar las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo en el curso de
operaciones de seguridad, asegurar que sus responsables rindan cuentas”. En ese
informe fue calificado como parcializado el fiscal general designado por la
asamblea constituyente. No tenemos quién acuse, no tenemos quién juzgue, es
necesario un cambio.
Los
compañeros del capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo, asesinado el pasado 28
de junio, marcharon orgullosos frente a Nicolás, como si entendieran las
razones de la muerte de ese oficial por parte de efectivos de la Dgcim, del que
el informe de la alta comisionada recoge como práctica habitual de ese
organismo el uso de “formas de tortura o trato o pena cruel, inhumana o
degradante, como la aplicación de corriente eléctrica, asfixia con bolsas de
plástico, simulacros de ahogamiento, palizas, violencias sexuales, privación de
agua y comida, posturas forzadas y exposición a temperaturas extremas”.
Esta
es parte de la fuerza armada que protege al gobierno revolucionario. Dicen que
existe otra, que estamos por verla, y que el que va a salir se asoma.
@rangelrachadell
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