Analytics

18 abril 2018

Ciudad desamparada

Los que se van de Caracas pierden su clima, lo verde de sus árboles, la eterna primavera, la lluvia, que en el peor de los casos dura un rato y se calma. Los que se quedan extrañan la alegría de su gente, las bellas mujeres, la actividad cultural. Muchos se han ido.

Un amigo me dice que él desayuna todas las mañanas viendo el Ávila, disfrutando de una montaña distinta todos los días, con un matiz diferente a medida que transcurre la tarde. Me asevera que, cuando ve arreboles al atardecer de Caracas, está seguro de que habrá lluvias al amanecer. Las puestas de sol de Caracas no envidian las de Barquisimeto u otra ciudad del mundo.


Esta Caracas fue la misma en la que se pudo disfrutar de un espectáculo como el de la banda de rock sinfónico Queen, con la portentosa voz de Freddie Mercury; de Van Halen con David Lee Roth o de Guns N'Roses. Ya no viene ni Olga Tañón.

Vivir en ciudad tiene sus beneficios: mejores hoteles, buenos restaurantes, trabajos que permiten el continuo ascenso y remuneración, colegios para los muchachos o estudios de tercer nivel a unos precios que aventajan los aranceles de cualquier universidad del mundo. Eso sí, sin socialismo bolivariano.

La diversidad de empresas industriales o de servicios atraía a los profesionales, aquí se hacía dinero con solo salir a la calle. Una semana en esta ciudad era más productivo que un mes en el interior del país.

Ahora, salga a una avenida, maneje por las autopistas, ya no hay colas. Caracas, la ciudad infernal por el tráfico no tiene vehículos, los carros están dañados o estacionados mientras se venden. Un repuesto es incomprable, un carro se adquiere por una miseria en dólares.

Nos hemos acostumbrado tanto a lo malo de este gobierno, que si oye muchos disparos no llama a la policía, se queda a la expectativa a ver si alguien está intentando un golpe de Estado. Pero no pasa nada.

Esta ciudad ha perdido población, la caída podría estar alrededor de 30%; lo peor es que la cantidad de habitantes sigue disminuyendo. Intente vender un inmueble, no le dan ni la mitad de lo que usted considera que es su valor; los propietarios lo dejan en barbecho. No se construyen apartamentos, la oferta inmobiliaria es infinita, el promedio de antigüedad de las viviendas es alto y sigue aumentando. Se puede adquirir una vivienda por poco dinero, por lo que se justifica la inversión por parte de quienes sueñan con vivir en esta ciudad, siempre y cuando sea en bolívares, no es racional traer ahorros en moneda dura para meterlos en esta incertidumbre de país. Caracas va camino de convertirse en una ciudad de jubilados, propiedad de los que tienen familiares en el exterior que los mantengan con remesas, de viejos sin hijos ni nietos.

Esta ciudad en un foso, todo lo que se le invierta para recuperar el alumbrado, las aceras, cubrir los huecos, es una inversión a fondo perdido mientras gobierne el socialismo. Tenemos una ciudad fracasada.

La posibilidad de cambiar estas circunstancias es baja, considerando la división ostensible de los grandes partidos de la oposición, que deja en evidencia el egoísmo de nuestros principales líderes. Más fácil es jugarse un animal de la lotería y esperar buenos resultados.

Hay quienes dicen que hay que votar, que es la mejor oportunidad de salir de este gobierno, que no es necesario esperar a que vengan los gringos a resolver nuestros problemas. No me extrañaría que mi amigo Carlos pegue una calcomanía en su carro que diga “No me culpen a mí, yo voté por Falcón”.

Vivimos en la ignorancia de lo que pueda pasar, de saber si nuestro voto influenciará el resultado, no tenemos expectativas de cambiar esta situación por medio de elecciones organizadas de la manera tramposa en que se están haciendo. El Consejo Nacional Electoral nos ha enseñado que el voto no tiene valor, que trasmitir confianza no es su política; que, si existiera la probabilidad de que Falcón gane, el viernes antes de las elecciones el CNE cambiaría los centros electorales, obligaría a los electores a estar zanqueando de centro en centro para tratar de votar, o forzando a ejercer el sufragio en zonas inaccesibles o de reconocida peligrosidad, como lo hizo en las de gobernadores 2017. Parafraseando una frase memorable del Sr. Spock: Las necesidades de unos pocos en el gobierno pesan más que las necesidades de muchos.

Mientras llega el día de la votación, sean diferidas o no, necesitamos una marcha, una concentración, una demostración del deseo de salir de este socialismo de porquería. Una demostración como la que se efectuó en Caracas el 19 de abril de 2017, cuando salió una muchedumbre. El gobierno, para las siguientes manifestaciones, apoyado en la fuerza militar, reprimió al pueblo y mató a jóvenes inocentes, con tal de que no se tomara conciencia del triunfo político de la oposición.

Creo más en la gente protestando que en sentencias y mayorías parlamentarias. Caracas debe dar el ejemplo, nosotros somos Caracas, convóquenme que yo salgo.

@rangelrachadell

03 abril 2018

Moneda pendiente

El gobierno ofrece un cono monetario llamado bolívar soberano, lo cual no es ninguna novedad. Lo hizo Chávez en enero de 2008, y lo dio a conocer casi un año antes, cuando informó sobre la posibilidad de esas nuevas monedas en el programa Aló Presidente N° 276, del 18 de marzo de 2007, en el que dijo: Los equipos están trabajando hasta las monedas, los detalles de las monedas, los detalles de los billetes... el nuevo bolívar, el bolívar fuerte.
Maduro, que es el único responsable de la inflación galopante, propone, con menos de un mes y medio de antelación a la fecha de su implementación, el nuevo cono monetario. Sin casi aviso y sin protesto.
En materia monetaria, la competencia es del Banco Central de Venezuela, cuya ley –siguiendo la Constitución– establece que la unidad monetaria es el bolívar, y solo en el supuesto de una moneda común, consecuencia de la integración latinoamericana y caribeña, podría adoptarse otra moneda. Le corresponde al BCV el derecho exclusivo de emitir billetes y de acuñar monedas de curso legal, y ninguna, absolutamente ninguna institución, pública o privada, cualquiera que sea su naturaleza, puede emitir especies monetarias; salvo la emisión de especies para el intercambio de bienes y servicios entre prosumidores, en el ámbito comunal.
No quiero alarmarlos, hay una ley que dictó Chávez en la que se anunciaba el estado actual de postración de nuestra economía y en la que se establecen las pautas para otras locuras. Se llama Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (decreto ley 6130, Gaceta Extraordinaria 5890, 31/7/2008). En esta se establece la creación de las monedas comunales y eso que llaman prosumidores, que son los consumidores que utilizan unos billetes distintos al bolívar, en zonas limitadas.

El presidente Chávez avisó que el trueque sería la manera de comerciar, que se implementaría el sistema alternativo de intercambio solidario, basado en unas monedas que no tienen curso legal (aceptación obligatoria), ni circulación en el territorio de la República, solo serían válidas en unos ámbitos determinados. Al referirse a las monedas, dijo: “Entonces es el trueque…, yo le aporto a la comunidad y la comunidad me aporta a mí. Y al final, todos salimos ganando. ¿Saben cómo se llama eso? Socialismo”.
Bueno, ya saben, el socialismo es hambre. No hay novedad.
Tengo mis dudas sobre la legalidad de algunas de esas monedas comunales, por cuanto se aprobaron antes de la mencionada Ley de Fomento de la Economía Popular; y si creemos en lo publicado por el BCV, son 12 las monedas comunales. Desde 2007: la lionza: moneda comunal empleada en el primer Mercado Comunitario de Trueque, realizado en Urachiche, estado Yaracuy. El zambo: moneda correspondiente a la Confederación de Consejos Comunales José Leonardo Chirino, en Falcón. El momoy: facilitador de intercambio usado en Boconó, estado Trujillo. Desde 2008: el ticoporo: es la moneda del sistema de trueque de Socopó, en el estado Barinas. La paria: moneda comunal de la península de Paria, en Sucre. El turimiquire: es el nombre de la moneda perteneciente al sistema de trueque biorregión Turimiquire, ubicado en los estados Monagas, Sucre y Anzoátegui. El cimarrón: utilizado en la localidad de Barlovento, en el estado Miranda. El tamunangue: utilizado por el sistema de trueque Saquito Larense. El relámpago del Catatumbo: se usa en el sistema de trueque de Perijá Norte y el sistema de trueque de Perijá Sur. Los guaiqueríes: forman parte del sistema de trueque de Paraguachoa en el estado Nueva Esparta. Desde 2009: el cóndor: se utiliza en el sistema de trueque merideño. Desde 2010: el zamorano grandeza del Tuy: perteneciente al sistema de trueque Kirikire de los Valles del Tuy, estado Miranda.
El BCV no menciona la moneda el mirandino, impuesta de manera forzada en 2006 por el Ministerio de la Economía Popular (Minep), luego conocido como Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social (MPComunas), y que tuvo una sola emisión; dicen que fue un experimento. Y eso que no me refiero al panal, por no ser emitido por el BCV, aunque lo quieren imponer como moneda en la zona del 23 de Enero, en Caracas.
También está la moneda petro, que no se puede comprar con bolívares, y se ha informado que las operaciones inmobiliarias y otros servicios deberán denominarse en petros (creo que se refieren a hacer la equivalencia), y algunos servicios como los turísticos podrán pagarse en esa moneda. Vapores de la fantasía.
A todas estas, pocas personas consiguen un medio de pago, llámese billete de lo que sea: bolívar, petro o monedas comunales para intercambiarlos por bienes, por comida. Los billetes parecen un huevo de Pascua, escondidos para que los busquen, como hacen los niños. Otra obra más del gobierno socialista.
Ya sabe, si usted intercambia harina de maíz por arroz está haciendo realidad el sueño de Chávez, destruir la economía y que nos dediquemos al trueque.
@rangelrachadell

20 marzo 2018

Influencias de la historia

Los hechos históricos son interdependientes, sin unos es muy posible que otros no ocurran o que se demoren en aparecer. Si Constantinopla no cae en 1453, en manos del sultán Mehmed II, los venecianos no hubieran dispuesto de muchos de los libros que atesoraban los bizantinos. A Venecia huyeron los que pudieron, con todos sus libros escritos en griego que hablaban de una filosofía de otra época, de unos pensadores que se conocían, aunque no tanto.

Gracias a la imprenta, construida en 1450 por Johannes Gutenberg, se logró que se conocieran otras maneras de pensar, que el conocimiento se ampliara a otras materias, además de las religiosas. Los libros que llegaron a Venecia, con el paso del tiempo, fueron impresos una y otra vez. Como consecuencia de la caída de Constantinopla se interrumpió el comercio de especias con el Oriente, y por ello Cristóbal Colón obtuvo el financiamiento de los reyes católicos que le permitió descubrir América para los europeos en 1492. Sin la toma de Constantinopla nos quedamos sin libros interesantes y sin descubrimiento, por algún tiempo.

Un hecho de hace casi 60 años, como el intento de invasión de Cuba en 1961, por unos cubanos apoyados parcialmente por americanos, conocido como invasión de bahía de Cochinos, provocó el odio de Fidel Castro hacia los norteamericanos. La Unión Soviética le propuso a Fidel Castro colocar unas plataformas de lanzamiento de misiles nucleares en contra de Estados Unidos, y de cualquier otro país que no se sometiera al comunismo. Fidel permitió la fuerza militar soviética a partir de mayo de 1962. Luego de la crisis de los misiles, que por poco inicia la tercera guerra mundial, entre los acuerdos entre Jrushchov y Kennedy, Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba. Por esta razón es que el dictador Fidel Castro muere en su cama, aunque invadiera a Venezuela por Machurucuto en 1967. Hay invasiones malas e invasiones buenas, depende del país invadido.

Más reciente, es el impacto del socialismo del siglo XXI sobre las aspiraciones de los candidatos de izquierda en Latinoamérica. Si no fuera por el desastroso gobierno de la dupla Chávez-Maduro, que hace comer de la basura a muchos venezolanos y que emigren los jóvenes de nuestro país; en Colombia, candidatos como Iván Duque, representando al Centro Democrático, no le hubiera ganado tan fácil a Gustavo Petro, que representa a la izquierda castrochavista denominada Colombia Humana.

Otro efecto del desastre del gobierno castrochavista ha sido la patada histórica que le dio Lenín Moreno, presidente de Ecuador, al anterior presidente Rafael Correa, impidiendo la reelección indefinida de quien se identificó con la posición ideológica de Chávez y Maduro, no con las erradas políticas económicas de ambos. Que la justicia ecuatoriana esté investigando a Correa y a su entorno político, léase por causa, entre otras, de la enorme deuda externa y de la omnipresente Odebrecht y su política de compra de voluntades en todos los países en los que construyó obras públicas, como Venezuela. Es demostración de que el socialismo no deja nada bueno.

Otro suceso, no tan influenciado por la aversión al socialismo del siglo XXI, fue la elección de Mauricio Macri; quien le ganó al candidato apoyado por la presidente Cristina Kirchner, queridísima de Hugo Chávez.

El mal ejemplo del gobierno venezolano, que administró los más grandes ingresos petroleros que ningún gobierno manejó en el pasado, le está haciendo mucho daño a los progresistas colombianos, al partido de orientación kirchnerista argentino, a los socialistas ecuatorianos, y generando el viraje a la derecha del resto de la América hispanohablante.

Uno de los hechos históricos que está afectando al gobierno venezolano fue la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y parece que apenas empieza en su empeño de demostrar que en Venezuela el gobierno se comporta de manera dictatorial. Los socialistas de este patio preferían otro gobierno demócrata, más laxo con las dictaduras.

Nacer en un mes determinado puede dar ventajas competitivas en el deporte (por la fecha de corte de cada año en el que se escogen los jugadores); así como vivir en un período histórico sirve para tener conciencia del retroceso que puede dar una sociedad en lo político, en lo económico y en su salubridad. Se los dice quien tuvo la suerte de ver el paso de la televisión de blanco y negro a color, el nacimiento de la computación personal y del Internet o haber presenciado la evolución de la tecnología en una sola generación y la destrucción de nuestro país en una sola revolución.

Por cierto, hay que tener cuidado con Wikipedia, entre los cubanos y los chavistas le están imponiendo un sesgo izquierdista para justificar su versión de la historia.

@rangelrachadell

06 marzo 2018

Prestidigitando elecciones

Tengo un amigo que en otra época nos entretenía con trucos de cartas. Me daba la impresión de que se burlaba de nosotros, todo le salía fácil y no podíamos identificar el engaño. A José Rafael le llamamos Mago, prestidigita con las cartas, como lo hace Tibisay con las elecciones; ahora las ves, ahora no las ves.

Cuando quieres saber las reglas se supone que vas a la ley, a los reglamentos, a la normativa; eso es imposible en esta Venezuela. El Consejo Nacional Electoral empieza de una manera, se compromete a cumplir reglas, y luego, en medio de los procedimientos, las va cambiando dependiendo de las necesidades del gobernante. No estaba donde pensabas.

Hace poco, se firmó un acuerdo entre el candidato del hambre y del desespero con los candidatos de la comparsa; en este acuerdo de “garantías electorales” se comprometieron a respetar las condiciones establecidas. La presidente del CNE dijo varias mentiras, por ejemplo: que se han establecido condiciones en el pasado que se han respetado; solo que el traslado de centros de votación no había ocurrido nunca, hasta que fue necesario amedrentar a los electores para que no fueran a votar. El cuento de las auditorías en las que participan los partidos políticos lo puede complementar cualquiera que haya asistido a esas auditorías, es falso, los partidos son convidados de piedra, sus representantes se sientan, escuchan, a veces reciben un CD con información que luego es alterada (caso de los traslados de electores cuando ya estaba cerrado el registro electoral). El famoso registro de electores en el que no participa un representante de los partidos políticos, en el que no tienen ningún control ni información previa, en el que no pueden recomendar ni promover que se coloquen centros de registro en las universidades o donde la oposición tiene seguidores, que limita la participación de los ciudadanos que se encuentran en el exterior. Este es el mismo CNE en el que buena parte de la oposición no cree, así que de nada sirve tener, supuestamente, el mejor sistema electoral si los electores no participan por la desconfianza que le tienen a ese organismo.

En el acuerdo se refirieron al acompañamiento internacional, pero nada dijeron sobre la observación internacional –palabras parecidas, consecuencias diferentes–, medias verdades, muchas mentiras, silencios evidentes. Y esto lo firmaron sin leer la letra pequeña sobre el abuso de los recursos públicos, las cadenas, el uso de las migajas CLAP y la extorsión a quienes no voten como se les ordena. Nada de eso está en el acuerdo. Estos firmantes no pidieron las verdaderas condiciones que viene exigiendo la oposición: liberación de los presos políticos, rehabilitación de los partidos políticos ilegalizados, al igual que lo hicieron las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Evangelista Pérez Jiménez. Lo que falta es el famoso inciso seis que ilegalizó al Partido Comunista en el siglo pasado, ese mismo partido al que le parece bien que el gobierno disuelva partidos de oposición y que le cambien las condiciones establecidas para poder lograr sus fines políticos. Tampoco solicitaron reequilibrar la evidente parcialidad del CNE a favor del gobierno.

Yo no sé qué lograron con la firma de ese acuerdo, lo que sí está claro es que de nada les servirá. A veces es mejor quedarse callado.

Tibisay, al igual que el Mago, nos pide que mantengamos la atención en lo que no es importante, nos distrae, para luego sorprendernos con otra carta que no estamos esperando. El último truco son las elecciones de los cuerpos legislativos, que Tibisay y su combo no quisieron organizar en su oportunidad, elecciones que nuestra legislación prohíbe que se efectúen de manera conjunta con elecciones nacionales. Todo esto lo hacen contando con la necesidad de los afiliados de los partidos políticos de tener representación, con la característica ansiedad de participar. Entre mis conocidos solemos decir la siguiente frase: candidato no es gente. No hay manera de quitarle a un candidato la seguridad en su triunfo, contra viento y marea tratará de llegar hasta el final, así sea otra alucinación más.

El Mago y Natalia son unos valientes, tuvieron otro hijo en esta nuestra Venezuela convulsa, eso es tener esperanzas.

La realidad se impone, el hambre no claudica, las necesidades son muchas y puede que ocurran otros desenlaces.

Yo no aspiro a una solución mágica, como que venga un ángel y nos resuelva nuestros problemas, como lo expone un pasaje del Antiguo Testamento, que dice lo siguiente: “35. Aquella misma noche, salió el Ángel de Yahvé y mató en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil soldados; a la hora de despertar, solo se veían cadáveres” (2 Reyes, 19).

Unos esperan a un extraño, otro país, una potencia, un imperio, un ángel u otra ilusión. No quiero que haya muertes, no serán 180.000 cubanos los que morirán, pagaremos justos y pecadores. Todos venezolanos.

Si el gobierno insiste en mantener su trampa electoral estará haciendo un llamado a la violencia, y me temo que vendrá el Ángel del Señor.

@rangelrachadell

20 febrero 2018

Anuncios sorpresa y tedio

En un país tan aburrido como la Venezuela gobernada por Maduro esperar el siguiente anuncio no genera expectativas; hay tantos problemas heredados o creados por su forma de gobernar que casi cualquiera que intente resolver es un pasaje al desencanto. Algo para contarles a los hijos que están fuera, la última locura, el más reciente disparate.

Solo este año ha dicho que el carnet de la patria será el instrumento para pagar las pensiones; que las bolsas CLAP cubrirán las necesidades de 6 millones de venezolanos; que les llegará a 4 millones de familias los bonos especiales con los que podrá solventar la grave crisis que su gobierno desató. Falta empezar a construir el millón de viviendas ofrecidas para este año; para lo cual no existen el cemento, las cabillas ni la arena. Sin contar las carencias de electricidad, colectores de aguas, tuberías, hierro. Qué fácil es ofrecer.

Al sector salud le ha garantizado que las mujeres embarazadas recibirán un bono, que la recién bautizada misión Barrio Adentro 100% tendrá que trabajar casa por casa; que los muchachos del plan chamba juvenil van a hacer trabajo social de gratis (para ellos); que comprará un montón de equipos quirúrgicos y de tecnología para los hospitales, aunque los existentes estén paralizados por la escasez de repuestos. No quiero hablar de lo que le propuso al sector educativo, y eso por cuanto empezaría por los conucos escolares en todas las instituciones educativas, además de la promesa de entregar plata que no es de él.

Hasta ahora, lo único cierto es que Maduro ha venido aumentando el salario mínimo por debajo de la inflación, sin permitir que los patronos trasladen el costo de este aumento al precio de los productos, con la consecuente pérdida de puestos de trabajo.

El 18 de febrero, Maduro anunció que tenía una "sorpresa" para ese domingo; pero no es la primera vez que anuncia sorpresitas. En marzo 2017, dijo que habría sorpresas con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump; nada de nada. En octubre de 2017, habló de sorpresas muy importantes, que terminaron siendo el aumento de 30% del sueldo, la bolsa CLAP y el bono navideño. En noviembre de 2017, dijo que habrá “sorpresas” cuando el carnet de la patria sea el requisito para sufragar a nivel nacional; y, muy importante, la distribución del pernil navideño, lo cual no se cumplió. Lo hizo en diciembre de 2017, cuando generó preocupación en la frontera por “la sorpresita” que iba a divulgar.

En cualquier urbanización pueden dar fe del exceso de basura, y si el alcalde es rojito seguro que no la recogen con la debida frecuencia. Lo que no recuerda la gente es que, en diciembre de 2017, Maduro se comprometió a cubrir la dotación de aparatos para la recolección de desechos sólidos, pero no se ha visto la reluciente maquinaria que debería estar prestando ese importante servicio público. En esa misma oportunidad ordenó a la empresa Corpoes que adquiera la materia prima para la fabricación, renovación e importación de cauchos. Cauchos, aceite, me suena; tengo que ir a comprar esos productos, espero que me alcance el dinero que tengo. Para mí no hay bono, carnet ni caja o bolsa, ni juguete chimbo que al cabo no quería.

Chiste repetido. A Maduro le gusta crear tensión sobre sus próximas palabras. El anuncio de que dentro de poco habrá un anuncio; otro parto de los montes. Ya no hay sorpresa, puro tedio por la espera.

Lo que sí hay a cada rato son viajes sorpresa a Cuba y trampas electorales.

Sorprendente sería que Maduro disolviera la asamblea nacional constituyente por inconstitucional; que le restituyera a la Asamblea Nacional sus competencias y recursos; que devolviera empresas, haciendas y fábricas robadas con el cuento de la expropiación; que dijera que la Ley de Presupuesto y su informe anual, presentados ante la constituyente o el Tribunal Supremo de Justicia, son ilegales; y un largo etc. Sorpresa es que se fueran bien largo y lejos.

Los anuncios de Maduro son como la fábula de Esopo, que versionó Samaniego, así:

“Con varios ademanes horrorosos,

los montes de parir dieron señales.

Consintieron los hombres temerosos

ver nacer los abortos más fatales.

Después que con bramidos espantosos

infundieron pavor a los mortales,

estos montes que al mundo estremecieron

un ratoncillo fue lo que parieron”.


Total, que Maduro no dijo nada, se hicieron los mudos.

@rangelrachadell

07 febrero 2018

Invasión a la carta

Todos los cursos de Comando y Estado Mayor de la Fuerza Armada se entretienen con hipótesis de conflicto, antes con Colombia y Brasil, ahora con un enemigo que habla inglés, portugués, holandés o castellano.

En estos ejercicios mentales se analiza cómo, por dónde y cuándo se podría invadir a nuestro país. Los militares de otros países, ante el agotamiento del tema, también analizan posibles conflictos de otros Estados; simulaciones van, simulaciones vienen.

Antes de efectuar una invasión se deben definir los objetivos. Una parte quiere sustituir a la cúpula gobernante; la apertura del canal humanitario a fin de que llegue comida y medicinas para todos; la liberación de los presos políticos; el respeto a la institucionalidad de la Asamblea Nacional y a sus facultades para designar al Consejo Nacional Electoral, al Tribunal Supremo de Justicia, recuperar el control presupuestario y de gestión del Poder Ejecutivo; gestionar un proceso electoral, sin trampas o represión de los actores políticos, que permita recuperar la legitimidad de la presidencia. Los que gobiernan dicen que una invasión ocurriría para apropiarse de los recursos naturales, de nuestro petróleo; y ocuparnos como base de operaciones para subyugar a la América Latina.

Una invasión necesita varias condiciones: apoyo internacional, apoyo logístico, apoyo popular. Para defenderse de una invasión se necesita: apoyo internacional, apoyo logístico, apoyo popular.

El primer apoyo internacional que tiene que ganarse quien intente atacar o defender a Venezuela es el de Colombia; con menos guerrilla que antes; con militares dedicados a la lucha interna y no a la extorsión en carreteras, aduanas y aeropuertos, como me cuentan que hacen por aquí. Colombia es el factor de equilibrio, tenemos 2.219 kilómetros de límites, de fronteras vivas, con miles de habitantes de lado y lado. La frontera con Brasil es pura selva. No se puede efectuar una invasión sin la anuencia de Colombia, y quien representa al Estado colombiano es su presidente Juan Manuel Santos, de quien Maduro, en su política de buen vecino, acaba de llamar: “basura, imbécil, estúpido”.


Hay que ver que Maduro tiene mala prensa, hasta el presidente Trump lo acusó de violar los derechos humanos y socavar las garantías de la democracia venezolana; y el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, se refirió al gobierno de Maduro como un "régimen corrupto y hostil". Ni hablar del grupo de Lima o la Unión Europea. Así no se puede.

Los que defienden a Maduro son Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros pocos, rodeados de agua por todos lados, muy agradecidos por el dinero que reciben en desmedro de la calidad de vida del venezolano. Rusia y China están lejos, tienen derecho a veto, en el supuesto de que haya algún trámite en la Organización de Naciones Unidas. Sin embargo, no se procuró el mandato del Consejo de Seguridad en la invasión de Irak.

La logística de una acción militar exige: material militar, comida y transporte. El material militar de los atacantes no lo conozco, del apresto operacional venezolano tengo mis dudas. Alguna vez tuvimos un armamento decente, pero dudo que esté en buenas condiciones debido a la falta de mantenimiento de los equipos, solo mencionar los 10 accidentes de helicópteros de esta administración socialista, la mayoría identificados con siglas rusas MI. Corre el rumor de que los tanques y los aviones no están artillados, que las municiones están guardadas lejos de los cuarteles. Comentan, desde los hechos del Fuerte Paramacay, que las bombas y los percutores están bien lejos unos de otros.

Napoleón Bonaparte, dijo: “Un ejército marcha sobre su estómago”. Nosotros, el pueblo, no conseguimos pollo, huevos, carne, leche, arroz, azúcar, harina de maíz y un largo etcétera, no me imagino qué comen nuestros soldados. Los socialistas tienen que reunir y alimentar a los combatientes, y a los chavistas que se presenten a defender el sagrado suelo de la patria en contra de la planta insolente del extranjero, sin un recipiente isotérmico cilíndrico construido en acero inoxidable, conocido como olla.

El transporte se puede identificar con tiempo. Los chismosos cubanos van a advertir cualquier movimiento de un portaaviones en el mar Caribe y se lo van a contar a su amigo Maduro. Pueden estar tranquilos si vienen a invadir por mar, y si es por tierra se tardarían unas cuantas horas en llegar a Caracas desde Maicao o San José de Cúcuta. Si los invasores llegan por vía aérea, desde ahí mismito como es el Aeropuerto Hato Curazao; tendrá que defenderse con los aviones gringos F-16, los Sukhoi rusos y los K8W de China; que ignoro si los que deberían estar en la Base Aérea Libertador, en Palo Negro, estado Aragua, o en el Aeropuerto Jacinto Lara, en Barquisimeto, estado Lara; están operativos. En el Aeropuerto José Antonio Anzoátegui, que está ubicado en Barcelona, estado Anzoátegui, no debe haber ninguno, pues los aviones comerciales se hundían por problemas de asfaltado.

Con bombas, que pueden lanzar desde suelo americano, es delicado, o como apuntó Diosdado Cabello: ¿creen que estas bombas si caen en Venezuela van a preguntar si usted es chavista u opositor?

La gran solución es la que declaró Maduro: “Eso sí, todos los colectivos, en un momento dado, si los gringos algún día nos invadieran, les saldrían como hormigas y se los tragarían como pasó en Vietnam”.

Estamos en manos de los colectivos, ese es el apoyo popular. Dios nos ampare.


@rangelrachadell

23 enero 2018

Cosas que pasan

Todo empezó como a las 9:00 de la noche del domingo 14 de enero de 2018, día de la Divina Pastora. En varias camionetas grandes, último modelo, todas de color oscuro, menos una que era blanca, llegaron a un edificio del este de Caracas como 40 hombres, todos vestidos de negro y con las caras ocultas, portando armas largas, muy largas, según refieren los vecinos.

Le pidieron al vigilante que los dejara pasar y al llegar a la garita le enseñaron las armas, lo pusieron contra la pared y le ordenaron que no contestara el intercomunicador. A una vecina que alimentaba a los gatos a esa hora le quitaron sus llaves para poder usar los ascensores. Apostaron en cada piso a un hombre encapuchado con esos rifles de asalto y como a las 9:15 pm procedieron a romper la puerta del apartamento 131. Hay que reconocer que estas puertas de seguridad que se estilaban en otra época son buenas, le dieron durísimo muchas veces, lo que les dio tiempo a los esposos y su hijo menor de edad a pedir ayuda a los vecinos. Pedían auxilio por cuanto no sabían si quienes estaban tratando de irrumpir en su vivienda eran ladrones, invasores de apartamentos, órganos de seguridad o colectivos armados. Es difícil hacer la diferencia desde el otro lado de la puerta. Los vecinos llamaron a la policía y esta llegó hasta la esquina, de allí no pudieron pasar al ver a unos de estos encapuchados con el arma larga, se detuvieron, observaron y se fueron.

Como a las 9:50 de la noche, al recibir una llamada, dejaron de romper la puerta, a todas estas no habían podido destrozar la puerta del 131. La llamada fue para aclararles que no era el 131, que era el apartamento 113. Qué pelón, se equivocaron, rompieron la puerta incorrecta, y así la dejaron.

En el apartamento 113, los hombres de negro tocaron la puerta, me imagino que de la pena de andar por ahí rompiendo puertas sin estar seguros, y la dueña les abrió. A la señora le dieron un fuerte golpe en la cabeza y le rugieron que debía cooperar, le cubrieron la cabeza con una tela y procedieron a sacudir todo. Al retirarse le dijeron que estaban buscando a un terrorista y que mañana se enteraría por la prensa (al día siguiente ocurrieron los hechos en los que terminó muerto Oscar Pérez). La propietaria hizo un inventario de los destrozos y descubrió que le llevaron documentos personales, anillos y cadenas de oro, computadoras, aparatos electrónicos, y tres bolsos que vaciaron y llenaron de lo que se cargaron.

No se llevaron a nadie detenido.

A las señoras de la junta de condominio las insultaron, les exigieron ver el lugar en los que se encontraban los grabadores de las cámaras de seguridad, las amenazaron con 13 años de cárcel por encubrir un terrorista. Las señoras facilitaron el acceso a los DVR, que graban a quienes han entrado últimamente a ese edificio. Los encapuchados comentaron que están buscando a alguien, que tal vez se estaba escondiendo. Los fulanos de negro arrancaron los DVR y se los llevaron. Unos vecinos dicen que la información contenida en los equipos no les interesa, que fue para que no subsista esa constancia del operativo, para que no quede evidencia de lo que hacen y cómo realizan los procedimientos. Todos coinciden en que no pagarán los daños ni lo que se llevaron. Lo más probable es que esos aparatos no los devuelvan, tal vez ya los hayan botado en cualquier basurero o los vendan por Internet.

De los bienes que sustrajeron de un apartamento o los bienes (DVR) que se llevaron de la comunidad, no se dejó constancia. Los hombres de negro nunca se identificaron como pertenecientes a un cuerpo de seguridad del Estado, nadie se identificó como fiscal del Ministerio Público, no presentaron orden de allanamiento autorizada por un tribunal. Mientras estaban en la planta baja hablaron por walkie talkie, aunque tampoco se identificaron por un nombre ni mencionaron a la persona que estaban buscando.

Persisten muchas dudas: ¿quiénes fueron los que se presentaron con un nivel tan alto de armamento? ¿Era necesario usar un lenguaje tan soez en contra de unas señoras indefensas? ¿Se justifica golpear, romper o robar? ¿Fue indispensable ese despliegue para un allanamiento? ¿Quién es esa persona tan requerida? ¿Qué nivel de información o inteligencia posee esta gente para hacer tal despliegue de fuerza para no encontrar a quien buscan y hasta de equivocarse del apartamento en el cual pretendían irrumpir?

No se tiene información de quiénes fueron los que hicieron este operativo, pero esa misma noche el periodista Nelson Bocaranda twitteó: “Patrullas del Dgcim en operativo sorpresa en cerro verde”.

A veces se lee sobre las actividades de los cuerpos de seguridad en los barrios, y en los que se denuncia la muerte de inocentes, esos que llaman OLP; la angustia que generan, la desazón que producen, la inconformidad con la situación; una cosa es leerlo y otra vivirlo.


Este es nuestro país, la indefensión en la que estamos. No tenemos un Estado responsable que pague los daños y los bienes, en el supuesto de que haya sido un cuerpo de seguridad el que hizo estos abusos. El país en el que nadie supo, nadie sabe, nadie sabrá. Fue horrible.

@rangelrachadell