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28 noviembre 2017

Todos a cabildo

La organización básica de la sociedad venezolana, desde la Colonia, fue el cabildo. La ciudad, dirigida por unos regidores y alcaldes, llevaba el control del orden público, los pesos y medidas, la administración de justicia y, en general, la toma de decisiones que importaban a los pobladores.

El cabildo fue la manera que encontró la Corona española para organizar la Conquista. En América los pueblos gozaron de independencia y libertad, en buena medida por la lejanía de España. Ese es el antecedente de nuestros municipios y la actual organización en alcaldías como órgano ejecutivo y los concejos municipales como órgano legislativo.

Los cabildos abiertos o convocatoria a los miembros ilustres de la ciudad, fue la principal demostración del carácter democrático de esa institución. Los problemas relevantes eran planteados y decididos en el cabildo abierto, y a veces se opusieron a disposiciones del rey o designaron representantes para defender los derechos de la ciudad.

La importancia de las alcaldías no es solo por ser la manera como ordenamos nuestra vida en comunidad, es por ser la institución que defiende los derechos de los ciudadanos, la instancia a la que acudimos para resolver nuestros conflictos sociales. Los abusos, como la música alta, suele resolverse con la presencia de la policía municipal, o las limitaciones a las construcciones, la defensa del medio ambiente, la recolección de desechos sólidos, la poda de los árboles. Los municipios tienen competencias en educación; organizan actividades deportivas; sociales; artísticas; el servicio de catastro; el patrimonio histórico; la vivienda de interés social; el turismo local; las plazas, parques y jardines; los balnearios y demás sitios de recreación; la arquitectura civil; la nomenclatura y el ornato público; y muchas otras competencias (Artículo 56 de la Ley orgánica del poder público municipal).

El alcalde, en democracia, debe ser un funcionario que represente a la mayoría de los ciudadanos con derecho a voto que vivan en ese municipio; por eso, la alteración del registro electoral mediante el traslado virtual de votantes de un municipio a otro, para influenciar en los resultados de la votación es un acto desleal. A esto podemos oponernos mediante el ejercicio del voto.

Algunos vecinos plantean que no vale la pena ir a votar, que nada se gana, que pondrán presos a los alcaldes de oposición, como han hecho con varios, si no los han obligado a irse del país para evitar una persecución desalmada. Todos esos argumentos me suenan a una autoinmolación o suicidio a lo bonzo, lo que falta es que los opositores, para salir de este gobierno, prefieran bañarse con gasolina y prender un fósforo, solo que sería un voto menos.

Siguiendo a George Lakoff (autor del libro No pienses en un elefante), la violencia de un gobierno se puede frenar de tres formas: a) mediante un equilibrio de fuerzas, de forma tal que no haya nadie tan fuerte como para atreverse a atacar a otros. Si votamos en las elecciones de alcaldes podemos anteponer alguna institucionalidad, el alcalde será el representante del pueblo, la voz de la oposición en el ámbito municipal; b) mediante la persuasión colectiva ejercida por la comunidad, de tal forma que la violencia no sea una opción productiva; esta es la opción de los que buscan apoyo en la comunidad internacional, que presionen al gobierno para que detenga la persecución en contra de los opositores, permita la ayuda humanitaria para que ingresen alimentos y medicinas que tanta falta hacen, y que se otorguen condiciones aceptables para la participación ciudadana en los procesos electorales; o c) una policía lo suficientemente fuerte que frene cualquier tipo de violencia o que la castigue; en este supuesto se encuentran los que desean que Estados Unidos fondee un portaviones en La Guaira, que sea la policía imperial la que ponga orden en el desmadre que ha ocasionado el gobierno con su manejo del dólar, de la inflación y sus controles de precios.

El único de los anteriores supuestos que depende de nosotros los que quedamos en esta tierra de gracia es el de crear una fuerza para anteponérsela a Maduro. Solo votando por los candidatos de oposición podremos obligar al gobierno a hacer trampa. En el estado Bolívar, para poder ganarle a Andrés Velásquez, el Consejo Nacional Electoral tuvo que cambiar actas automatizadas a actas manuales y así poder amañarlas, ello por cuanto la diferencia entre ambos contendientes fue mínima; no así en el estado Miranda, en el que la ausencia de los votantes de la oposición facilitó el triunfo del candidato chavista.

Hemos tenido dirigentes que, por acción u omisión, han desencantado al electorado provocando la indiferencia y el deseo de no participar en los procesos electorales, pero hay otros dirigentes que decidieron tomar parte en estas elecciones de alcalde; a estos últimos tenemos que apoyarlos; están dando la cara, se están arriesgando por todos nosotros; debemos alentarlos.

Los invito este 10 de diciembre a apoyar con su voto al candidato a alcalde de su preferencia. Yo les recomiendo votar en el estado Miranda por Robert García @RobertGarciaP en Chacao, José Alberto Zambrano @ZambranoBaruta en Baruta y Elías Sayegh @eliasayegh en El Hatillo; quienes no quieren entregar la dirección de sus comunidades a los socialistas. Voten por ellos en Miranda y en todos los estados en la tarjeta de los independientes, de Independientes por el Progreso.

@rangelrachadell

14 noviembre 2017

Divergencias y consenso

El hecho político más relevante de los últimos tiempos ha sido las diferencias de nuestra sociedad respecto a cuál es la vía para salir de la crisis de gobernabilidad generada por el gobierno dirigido por Maduro.

La unidad de los partidos políticos empezó con la Coordinadora Democrática, que tuvo su mejor oportunidad en el año 2004, cuando promovió el referéndum revocatorio de Chávez, perdiendo esa oportunidad por el uso abusivo de Chávez de los recursos públicos y nuestra falta de organización. En esa ocasión se denunció un fraude que nunca pudo ser probado, el famoso cisne negro (tesis de Nassim Nicholas Taleb sobre los hechos improbables), entre otras razones por no haber ocurrido todos los hechos irregulares el día del referéndum. Igual nos pasó a la oposición con la denuncia de fraude en las elecciones presidenciales de 2013, en las que se hizo la relación de todas las tropelías del gobierno y del Consejo Nacional Electoral, pero ninguna ocurrió, de manera concluyente, el día de la elección. Para colmo, en las pasadas elecciones regionales hubo desafueros del CNE que, si bien no fueron determinantes, crearon molestia y desazón en los electores que querían participar, los inhibió lo suficiente para permitir que una administración que no respeta los derechos humanos y ha puesto a pasar hambre a los venezolanos ganara la mayoría de las gobernaciones.

La estrategia de la tarjeta única, propuesta por Roberto Enríquez hace unos años, se convirtió en un movimiento unitario de toda la oposición, unidad que hoy está malograda. La división se inició con la creación del grupo de los 9 (dejando fuera a muchos partidos), luego se habló del grupo de los 4, para terminar con el grupo de los ninguno, ninguno se pone de acuerdo.

Importantes partidos decidieron no participar en las venideras elecciones de alcaldes; por ejemplo: Voluntad popular, Primero Justicia y Acción Democrática. Pero muchos de sus seguidores resolvieron concurrir, y ahora están en conflicto entre lo que expresa su dirigencia y lo que consideran que es necesario: sufragar para no perder las alcaldías en las que se hace una política diferente a la del gobierno, ayudando a los más débiles, dándoles una oportunidad en los servicios de salud municipales, ahora tan útiles como consecuencia del olvido de los hospitales por parte del gobierno nacional. No están de acuerdo con entregar las alcaldías, como decidieron hacer los electores que no votaron y cedieron las gobernaciones.


Las mencionadas organizaciones políticas que no concurrieron a las elecciones, y que conforman la Mesa de la Unidad, no se convocaron para tomar la decisión de no participar ni llamaron a los otros partidos para informarles que no se harían cómplices del fraude tramado por el CNE; los demás partidos se enteraron gracias a los medios de comunicación de tan relevante disposición. Esta medida debió ser consensuada entre los distintos factores y dirigentes que alguna vez tuvieron organizaciones políticas, aunque en la actualidad no tengan partido para postular. Los llamados “grandes” otras veces han acertado en sus planteamientos, pero en esta oportunidad actuaron de manera prepotente; no buscaron el consenso, y tampoco se produjo una crisis por su no participación. A nadie le sirve tener lucidez si no es acompañado por la gente; y las otras toldas políticas son ignoradas, más que arreadas, en la toma de las resoluciones que nos afectan a todos.

Los partidos están desavenidos dentro de la Mesa de la Unidad, y más peligroso es que están divididos dentro de sus propios partidos; algo que no se veía desde 2005, cuando algunos de ellos, ante la abstención en las elecciones legislativas, cambiaron sus directivas o varios dirigentes muy importantes decidieron irse, o fueron echados, a otras organizaciones políticas.

Los candidatos a alcalde que están postulados, algunos de ellos sin el beneplácito expreso de sus partidos (hay mucha hipocresía entre lo que se dijo y lo que se hace), ganarán en la medida que puedan crear conciencia entre sus electores de las consecuencias de no votar. Si los aspirantes a esos cargos ganan en contra de la voluntad de alguno de los partidos que se inhibieron de participar, se estremecerán las estructuras partidistas de oposición, se producirá un barajo y se erigirá una nueva dirigencia con menos disciplina partidista. Si pierden serán parte de la molienda de dirigentes en la que se ha convertido el gobierno bolivariano.

La situación es grave para la oposición, si se pierden las alcaldías será culpa del CNE (al que no le importa esa descalificación), de los dirigentes y de los partidos que recomendaron no participar; y si ganan los candidatos de la oposición se reforzará a otros partidos y los que se negaron a ir a los comicios perderán la dirigencia que los caracteriza.

A mí me ha parecido coherente la postulación en el estado miranda de Elías Sayegh en El Hatillo, de José Alberto Zambrano en Baruta y de Robert García en Chacao, concejales en sus respectivos municipios, quienes no quieren entregarles a los socialistas la dirección de sus comunidades.

Para los abstencionistas que quieren encontrar culpables cualquier excusa es buena, así lo hizo Adán, ante la pregunta de Dios: “¿Has comido acaso del árbol que te prohibí?’. El hombre respondió: ‘La mujer que pusiste a mi lado me dio del árbol y comí’. Yavé dijo a la mujer: ‘¿Qué has hecho?’. La mujer respondió: ‘La serpiente me engañó y he comido” (Génesis, 3).


@rangelrachadell

31 octubre 2017

Jugando se puede mejorar

En estos días sucede algo curioso, uno va a la farmacia y venden chucherías, no hay medicinas; el farmaceuta prefiere quitar anaqueles y estanterías para que no se vean los espacios vacíos por la imposibilidad de producir o importar debido a las políticas económicas de Maduro.

Los comerciantes hacen todo lo posible por no cerrar, tienen la esperanza de mantener el establecimiento comercial en el que se atiende a clientes de manera presencial, siguen en el mercado mientras la situación cambia; razonan que si las condiciones mejoran es más difícil regresar al mercado que si lo abandonan.

Todos tenemos problemas para acceder a los dólares que controla el gobierno, esos que son de todos y que ingresan por la venta del petróleo; con los funcionarios y fiscales que controlan el precio, la distribución y la venta de los pocos productos que hay en el mercado. Son innumerables los obstáculos impuestos por el gobierno a los industriales, los distribuidores, el comercio al detal, ellos tienen que sortear esos controles. Y con todas estas dificultades todavía pueden vender algo, cualquier cosa que se despache es mejor a cerrar el negocio. Se mantienen algunos empleados, otros fueron despedidos. Sobrevivir a este gobierno es la consigna, el sacrificio es poco por la ilusión de tener otro país, uno que no sea socialista.

Esta manera de pensar también la tienen los políticos, tratan de sobrevivir a toda costa, hay que mantenerse en el mercado electoral, ya que no participar es como cerrar la actividad a la que le han dado su vida. Participar en las próximas elecciones con un proceso electoral amañado es riesgoso, se puede perder.

El electorado es como la fanaticada de un equipo, puede que su equipo no gane regularmente (sé de lo que hablo, sigo a Los Tiburones de La Guaira), pero eso no significa que no pueda apreciar una buena jugada, que me alegre de los esfuerzos de mi equipo, unas veces se gana y muchas se pierde, solo jugando se puede mejorar. Un buen dirigente deportivo no ofrece un resultado que no se pueda cumplir, conoce a sus jugadores y a los jugadores del otro equipo; sabe, razonablemente, cuáles son las posibilidades, y también sabe que los seguidores del equipo las intuyen.

Los fanáticos saben cuándo el árbitro le está haciendo trampa a su equipo, ven el juego, nadie le tiene que explicar la treta. Lo interesante es observar cómo los jugadores evitan la tramoya del árbitro; porque el juego se puede dejar de jugar, aunque nunca ganar con esa estrategia. Lo malo es que el árbitro se inventa nuevas trampas en cada juego, en cada elección, la imaginación es infinita por ambas partes.

En el pasado, un esclavo pudo decidir suicidarse para evitar tener una descendencia también esclava o vivir y tener hijos, siendo optimista que puedan sobrevivir y lograr un cambio de condiciones, que dejen de ser esclavos algún día. El que sobrevive puede contar su historia, no solo el que gana puede contarla.

Cada uno toma sus decisiones de vida, una sociedad debe buscar las suyas. ¿Dejamos que gobierne el chavismo de por vida o hacemos algo? ¿Participamos con condiciones trucadas o esperamos a que algún día tengamos las condiciones mínimas para tener la posibilidad de ganar? Nadie me ha podido dar opciones distintas a las electorales, aparte de unos sueños trasnochados de que van a fondear un portaviones americano en La Guaira.

Tengo la idea de que este gobierno no va a mejorar ninguna condición; más bien, en la medida que sigamos participando, nos va a hacer más conflictivo todo el proceso electoral. Teniendo esto claro, lo que debemos hacer es prepararnos mejor, empezando por eliminar ese falso discurso de que existían testigos en todas las mesas o el triunfalismo innecesario.

No quiero terminar estas notas sin pronunciarme sobre la juramentación de algunos gobernadores que lograron el triunfo en sus estados, a pesar de las nuevas trampas del Consejo Nacional Electoral. Estos gobernadores no se juramentaron ante una señora que dicen es la representante de otros señores que tampoco nadie escogió (según Smarmatic); se juramentaron ante los militares, esos que se cogieron el país y deciden quién y cuánto come el pueblo por estar encargados de la adquisición de la comida, los mismos que controlan las carreteras por las que se impide el paso de los productos a las ciudades, esos que recién mataron a más de cien muchachos en la flor de su vida y tienen presos a muchas personas por sus ideas políticas. Los gobernadores fueron obligados a ir a esa instancia para evitar la violencia administrada por el Estado. Están sometidos al poder militar, ese mismo que hace trampas electorales para evitar contarse en su fachada revolucionaria y que sostiene a este gobierno. Una condición electoral sería retirar a los militares de un proceso civil como lo son las elecciones.

Como dice mi amigo Lapa: Si a usted no le gusta ningún candidato, pues va y vota nulo, votar es su deber ciudadano.

@rangelrachadell

17 octubre 2017

La desmaterialización del voto

En el sistema electoral venezolano los votos no son lo que eran antes. En las elecciones automatizadas, como han sido los procesos de elección de autoridades regionales a partir de 2008, no hay boleta de votación por cuanto el voto se ha desmaterializado.

La desmaterialización es una tendencia de la época de la computación e Internet, muy común con algunos títulos valores en los que no hay impresión de un título o de sus cupones, existen electrónicamente, pero no en físico. Todo se ha convertido en documentos electrónicos.

La palabra desmaterializar sería quitarle la materia a algo o dar por cierta la existencia de algo que no es tangible. Por ejemplo, este artículo de opinión está desmaterializado, existe solo en la web. El voto se puede considerar desmaterializado cuando se transmite vía Internet hasta el centro de cómputo, donde se recoge en otro medio electrónico.

En el sistema legal venezolano tenemos menciones a la desmaterialización de títulos, por ejemplo: La Ley que Regula el Subsistema de Pensiones (2001), establece que el custodio podrá mantener custodia simple, administrativa, materializada o desmaterializada (artículo 125).

La Ley del Banco Central de Venezuela (2015), regula que esa institución podrá tener la custodia de títulos valores físicos y/o desmaterializados (artículo 49,2).

Para la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia los “comprobantes de votación” no son boletas. El escrutinio lo realiza la máquina y, aunque la sentencia no lo expresa, no puede ser sino con los votos que contiene el pendrive, pues los comprobantes no se regresan a la máquina para ser contabilizados (Sentencia Nº 86, del 14-7-2005).

La Sala Electoral se ha pronunciado el mismo día, de manera contradictoria, sobre el valor de los “comprobantes de votación” que emite la máquina de votación.

La sentencia Nº 82, del 16-05-2006, expone: “En el proceso automatizado el escrutinio lo realiza la máquina de votación, por lo que no se requiere contabilización manual de los votos, y la posterior impresión del acta cumple, entre otras funciones, la de servir de constancia de los resultados, así como de soporte para una eventual impugnación; en virtud de la automatización de los votos, cuyo respaldo está en la máquina de votación y en el sistema automatizado de totalización, el contenido del Acta de Escrutinio refleja la transmisión electrónica de los resultados que en ella se contienen. De esta manera, resulta pertinente que el Consejo Nacional Electoral, en este caso, ante la situación de imposibilidad para aplicar los mecanismos de subsanación y convalidación a tales instrumentos electorales, haya desechado la impugnación, por cuanto no se puede verificar el número de boletas depositadas, en virtud de la inexistencia del valor referido a la cantidad de las mismas, ya que el voto reposa en un instrumento electrónico, como es la memoria removible o pendrive”.

En otra época, este criterio se conocía con el lema “acta mata voto”, con el cual estoy de acuerdo, solo que en este caso el voto reposa en un instrumento electrónico (pendrive) y por ello no se puede verificar el número de boletas depositadas, en virtud de la inexistencia (desmaterialización) del valor referido a la cantidad de boletas. Actualmente el lema podría ser “pendrive mata voto”.

Como se expuso, el mismo día, la inmediata sentencia posterior a la comentada, la Sala Electoral consideró que los “comprobantes de votación” que deben ser resguardados son pruebas que permiten subsanar la ausencia del acta de escrutinio que no se pudo elaborar por razones técnicas al momento de transmitir la data. Lo contradictorio consiste en que si son medios de prueba para subsanar en un supuesto, deberían servir para verificar en otro supuesto, y proceder a hacer el reconteo de los comprobantes de votación cuando se denuncie por inconsistencia numérica un acta de escrutinio emanada de una máquina de votación. (Sentencia No 83, 16-05-2006).

La Sala Electoral ha declarado que los comprobantes de votación podrían tener algún valor electoral, por lo menos en el supuesto de la no transmisión por problemas técnicos, pero no tiene ningún valor electoral la auditoría que se hace con base en los comprobantes de votación si con la auditoría se pretende tergiversar el contenido del acta de escrutinio, por cuanto, expresa la Sala Electoral, no se pretende realizar una totalización de los votos, sino más bien examinar el funcionamiento del sistema electoral sobre la base de un muestreo técnicamente suficiente a los efectos de cumplir con el objetivo de corregir eventuales errores o deficientes procedimientos. (Sentencia Nº 173, 14-11-2006).

Los elementos que arroja la auditoría no tienen incidencia ni afectan el resultado reflejado en el proceso electoral.

El conteo manual –también conocido como reconteo de votos–, solo encuentra “aplicación en el marco de la impugnación de un proceso electoral, frente a la invocación por parte del recurrente de determinadas y precisas causales de nulidad”, por lo que solicitar un recuento general de votos no es posible al estar desmaterializado el voto, y es solo en el marco de un proceso de impugnación de actas de escrutinio que se podría efectuar un conteo de los comprobantes de votación (no son boletas) de las mesas impugnadas en las que se llevó a cabo el proceso electoral de manera automatizada, pero vemos muy difícil que el Consejo Nacional Electoral o la Sala Electoral así lo acordasen.

Sobre la base de los anteriores argumentos, podemos aseverar que en la actual formación de la legislación y del proceso electoral no hay posibilidad de un reconteo de votos a solicitud de los candidatos que perdieron, deberán impugnar fundamentados en las causales de la Ley Orgánica de Procesos Electorales cada acta de escrutinio de cada mesa de votación de cada centro electoral del cual tengan dudas.

@rangelrachadell

03 octubre 2017

Opositor, levántate y anda

Cuenta la Biblia que Cristo, ante un paralítico que fue llevado a su presencia tras introducirlo por el techo de la casa donde estaba, y admirado por la fe de los acompañantes, le dijo al paralítico: «Amigo mío, se te perdonan tus pecados». Cristo, conociendo los pensamientos de los escribas y fariseos presentes, les replicó: «¿Qué están pensando? ¿Qué es más fácil decir: ‘Se te perdonan tus pecados’ o ‘Levántate y anda’?» (Mateo 9:5, Marcos 2:9 y Lucas 5:23).

¿Qué es mejor, dejar que el gobierno siga mandando sin ninguna oposición o decirle al opositor “levántate y anda”, dirígete al centro electoral y vota?

Todos debemos votar en estas elecciones; los que tienen la principal obligación son aquellos venezolanos que votaron alguna vez por Chávez, no porque sean culpables de la situación actual, sino porque lo ayudaron a llegar al poder, por confiados, por creer que un militar sería la solución a algo, que estos podrían construir un país mejor, por la gran mentira que se creyeron y por cuanto ahora tienen el deber de ayudar al resto de Venezuela a salir de ella.

Los que le siguen en la cola son aquellos ciudadanos que pudiendo votar no lo hicieron en alguna elección, sin importar si el resultado fue a favor o en contra del gobierno, ya que es nuestra obligación manifestar nuestra voluntad de salir de esta dictadura con el voto. Si conoce de alguien que no votó tiene que recordarle que esta es la mejor oportunidad para redimirse de ese incumplimiento de sus deberes ciudadanos.

No votar puede ser un gran error, por ejemplo, el estado Táchira: en las elecciones presidenciales efectuadas en octubre de 2012, el candidato Hugo Chávez perdió contra el candidato Henrique Capriles Radonski por 82.140 votos. Chávez obtuvo 274.573 votos, y Capriles obtuvo 356.713 votos. Un municipio opositor, como lo es el municipio San Cristóbal, reflejó la siguiente votación: Chávez 53.158, Capriles 114.336 votos en ese municipio.

En el mismo estado Táchira, en las elecciones de gobernador efectuadas en diciembre de 2012, 2 meses después, el candidato José Gregorio Vielma Mora le gana al candidato de la oposición de la siguiente manera: obtuvo 248.788 votos, y el candidato César Pérez Vivas obtuvo 209.568, perdió por 39.220 votos. En ese estado se desapareció la ventaja lograda 2 meses antes, de 82.140.

Veamos el comportamiento del municipio San Cristóbal en esa misma elección: Vielma Mora obtiene 50.443 votos, 2.715 votos menos que los manifestados por Chávez, eso significa que en ese municipio los chavistas salieron a votar de manera disciplinada.

El candidato de la oposición, Pérez Vivas, en el municipio San Cristóbal, obtuvo 73.220 votos; lo relevante es que perdió 41.116 votos de los obtenidos por Capriles 2 meses antes. Debo aclarar que en las elecciones regionales hay menos electores que en las presidenciales, así que el candidato de la oposición no perdió tantos votos en esa oportunidad. La abstención en el Táchira fue mucho mayor que la media nacional, en comparación con la elección presidencial. La participación relativa en ese estado, en las elecciones presidenciales, fue del 81,22% de los electores inscritos, y en las elecciones de gobernador fue de 57,57% (teniendo 27.000 electores más por el derecho al sufragio que tienen los extranjeros de escoger gobernador y algo de crecimiento del registro electoral).

Las razones por las que se abstuvieron de votar los ciudadanos del municipio San Cristóbal en particular, y en el Táchira en general, pudieron ser muy válidas. Si querían castigar al gobernador que buscaba la reelección no lo lograron. Se hicieron daño a ellos mismos dejando que los que votaron decidieran por ellos y escogieran a un gobernador chavista. Ese gobernador que dejaron elegir los ha perseguido, ha dejado a ese estado en el abandono, le ha permitido llevar una vida de lujos a expensas de los pobladores de ese estado, y ha permitido la represión más sangrienta. Ese gobernador no ha luchado por el Táchira, sigue el racionamiento y el negocio con la gasolina, la guerrilla sigue a sus anchas y ni hablar de los secuestros, los alimentos siguen escasos, aunque tienen al lado la frontera. Todos estos males son consecuencia de no haber salido a votar.

Esta situación me recuerda el cuento de un campesino que encadenó un águila a un árbol, el animal intentó escapar, no pudo, la cadena se tensaba y la echaba al suelo. Lo procuró muchas veces; cuando probó por centésima vez rompió el eslabón. Sin embargo, ya estaba cansada, no quiso intentarlo más. Una sola oportunidad más y hubiera sido libre.

Los partidos políticos vienen oponiéndose durante muchos años a un gobierno que contó con mucho dinero para comprar voluntades por medio de las misiones y demás becas; que tuvo una Asamblea Nacional a su favor por el retiro de la oposición en 2005. Ahora Maduro se apoya en un Tribunal Supremo de Justicia complaciente y en una fuerza armada a la que no le importa matar ni el hambre del pueblo. A todos estos obstáculos y en pugna desigual se ha enfrentado la oposición; podemos haber cometido algunos pecados, pero no es momento de abandonar, hay que intentarlo una y otra vez; puede que hayamos roto el eslabón más débil de la cadena y no sepamos que estamos a punto de ser libres.

En este momento protestamos votando, así que levántate y anda, haz lo que tienes que hacer, camina y vota.

@rangelrachadell

19 septiembre 2017

Minucias electorales

Las elecciones de gobernadores se debieron efectuar en 2016, ya que estos funcionarios fueron electos para el período de cuatro años 2013-2017 por la mayoría de las personas que votaron el 16 de diciembre de 2012 (Artículo 160 Constitucional). También, en esa oportunidad, fueron electos los legisladores a los consejos legislativos, por el mismo período.

En los comicios regionales de 2012, al igual que en los de gobernadores de 2008, hubo desorden en la toma de posesión. Algunos candidatos electos no quisieron esperar el inicio de su periodo constitucional que empieza el 10 de enero del primer año de su período constitucional, como lo establece la carta magna para el cargo de Presidente de la República (Artículo 231). Varios gobernadores no esperaron a que comenzara su período y se juramentaron ante su Consejo Legislativo o ante un tribunal de su jurisdicción, en contravención de la Ley de Regularización de los Períodos Constitucionales y Legales de los Poderes Públicos Estadales y Municipales, la cual persigue que las gestiones de los poderes estadales y municipales, por separado, se inicien al mismo tiempo.


El Consejo Nacional Electoral, con la convocatoria a elecciones de gobernadores, pero no a la de diputados a los consejos legislativos, viola expresamente el artículo 2, que ordena: “Las elecciones de gobernador o gobernadora y legislador o legisladora de los consejos legislativos de los estados, se convocarán y efectuarán conjuntamente”. El período de los legisladores está vencido y se incumple la finalidad de uniformidad.

La oposición llamó a elecciones primarias para presentar una posición unitaria en contra del gobierno del Maduro. En este proceso acontecieron algunas injusticias; se pidió una cantidad de dinero muy alta para poder inscribirse en la consulta; luego se disminuyó la cantidad solicitada y a algunos candidatos no se les cobró nada. Los que se inhibieron de participar por sus limitaciones económicas resienten que no hubo reglas claras. Algunos fueron excluidos de las primarias como fue el caso de la alcaldesa del municipio Córdoba del estado Táchira, Virginia Vivas, que después de ser admitida fue apartada sin ninguna razón. Mezquindades como estas deben ser evitadas para mantener la unidad y dar el ejemplo de conducta que se le está exigiendo al gobierno.

Las primarias fueron un paso necesario, pero no suficiente. Falta que los partidos postulantes procedan a sustituir las postulaciones efectuadas con los candidatos que ganaron en la consulta previa, sin eso la propuesta unitaria tiene sus riesgos.

La facultad de los partidos políticos para cambiar aspirantes está recogida en la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre), de sendas maneras; a saber, el artículo 62 permite a las organizaciones postulantes sustituir sus candidatos en caso de fallecimiento, renuncia, discapacidad física o mental debidamente certificada por la autoridad competente o razones constitucionales y/o legales. En la derogada Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política solo se podía cambiar al candidato en los mencionados supuestos.

La Contraloría General de la República ha sido utilizada como órgano perseguidor de la oposición; es el caso del diputado Luis Lippa, cuya inscripción como candidato a la Gobernación del estado Apure fue admitida por el CNE, pero fue inhabilitado como si la acción fuera legal y en desconocimiento de la Constitución, la cual establece que los derechos políticos solo pueden ser suspendidos por sentencia judicial firme (artículo 42). La Contraloría General no emite sentencias, así que este organismo no puede suspender los derechos políticos de nadie, a menos que se viva en esta fantasía de país llamado Venezuela.

El otro supuesto para cambiar a un candidato es el señalado en el artículo 63 de la Lopre; el cual permite a las organizaciones postulantes modificar las postulaciones que presentaron y, en consecuencia, sustituir candidato hasta diez días antes de ocurrir el acto electoral. Con esta disposición se cambia el sistema anterior y los partidos políticos recuperan el control de la candidatura, ya no necesitan la renuncia del candidato para sustituirlo.

El CNE, en ambos supuestos, debe tomar las medidas para informar a los electores en el ámbito territorial que corresponda la elección, sobre la sustitución realizada; y si el tiempo en que se haga la sustitución resulta insuficiente para efectuar el cambio en el instrumento electoral, los votos que se emitan en este se acreditarán al candidato sustituto.

Ante la posibilidad de que el gobierno inhabilite a candidatos de la oposición, los partidos postulantes podrían sustituirlos con candidatos que ya hayan sido admitidos o con cualquier otra persona que llene los requisitos exigidos (artículo 64 de la Lopre), hasta 10 días antes de la consulta.

En el cronograma publicado por el CNE para las elecciones del 15 de octubre de 2017 no se refleja el lapso de sustituciones, como si lo hizo el cronograma de las elecciones a gobernadores de 2012, la Resolución Nº 080721-658, del 21 de julio de 2008, que recoge el Reglamento de las elecciones de gobernadores efectuadas en 2008, o las elecciones municipales parciales de 2014, donde también se indica el lapso de sustituciones.

El CNE, de manera irregular, no ha habilitado la función en su página web que le permita a los partidos políticos, que así lo deseen, efectuar las sustituciones de sus aspirantes por los candidatos ganadores en las primarias. Esta actuación del CNE limita los derechos de los postulantes y afecta los acuerdos de la oposición.

Vote en las elecciones regionales, y hágalo por el candidato de la oposición.


@rangelrachadell

05 septiembre 2017

Derechos de los ciudadanos

Tal ha sido el retroceso de nuestra sociedad que estamos extrañando derechos fundamentales. Uno de esos derechos es el de ciudadanía, el cual es la relación jurídica que una persona tiene con un Estado, que estipula derechos y obligaciones.

El concepto de ciudadanía ya existía en la Grecia antigua, y es en Roma que se desarrolla esa noción. Los romanos, al principio, fueron muy restrictivos con la idea de extender la ciudadanía a quienes no fueran nacidos en esa gran ciudad.

Ser ciudadano y ser un hombre libre era lo mismo. Esta situación jurídica daba derecho a casarse, y a trasmitir la ciudadanía a sus hijos, siempre y cuando el matrimonio fuera con otra romana; cualquier otra unión era un contubernio. Podía otorgar testamento, lo que permitía transmitir los bienes a sus herederos. Escoger y ser escogido para una magistratura, lo que hoy identificaríamos con cargos públicos; este derecho al sufragio era en los comicios y otras elecciones. Podía participar del comercio y llevar sus conflictos a los tribunales romanos. Permitía ser escogido para funciones religiosas. Daba derecho a servir en las legiones romanas, lo cual implicaba un sueldo y otros beneficios, aunque perdía el derecho de casarse mientras participara en las legiones. Todo esto abarcando otros derechos y poblaciones, una evolución muy interesante.

Fue mucho tiempo después de iniciado el imperio que, mediante el Edicto del emperador Antonino Caracalla, en 212, se concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio, con las ventajas que eso constituyó para la Ciudad Estado, logrando una unificación jurídica en todo el imperio. En el entendido de que la ciudadanía era solo para los hombres y con exigencias económicas para ejercer a cargos públicos o puestos militares.

Los ciudadanos romanos tenían derecho al sufragio, hasta podían votar por algunas leyes; y los venezolanos no tenemos ese derecho, nos lo han ofrecido con las elecciones regionales chucutas, por cuanto no se va a escoger al Poder Legislativo regional; además, sin fecha fija, razón por la cual no creo que se efectúen las elecciones, y si lo hacen será con otras trapisondas como viene haciendo el Consejo Nacional Electoral.

Otro derecho muy particular era el no ser sometido a tormentos y de apelar ante el César cuando fuera juzgado en una provincia. Se asevera que el apóstol Pablo hizo valer sus derechos como ciudadano romano; en Hechos 16, dice: Aunque somos ciudadanos romanos, nos han azotado públicamente sin hacernos juicio y nos han echado a la cárcel. En Hechos 22, dice: Cuando lo estiraron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: ¿Os es lícito azotar a un ciudadano romano sin haberle hecho juicio? Y en Hechos 25: Entonces Pablo respondió: Ante el tribunal del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho a los judíos, como también tú muy bien sabes. Hay quien discute que san Pablo no poseía la ciudadanía romana, lo que es cierto es que esos eran derechos de los romanos.

Los ciudadanos venezolanos tenemos muchos más derechos que los que tuvieron en su época los romanos, solo que tener derechos no es suficiente si no hay un Estado que los proteja. Ningún venezolano puede ser sometido a torturas, pero eso no es lo que informan los familiares de los detenidos y estos cuando se logra acceder a su situación; no dejarles reunirse con sus familiares y abogados defensores, darles mala alimentación, no permitirles atención médica o a medicinas es una manera de torturar a los ciudadanos venezolanos; o no liberarlos cuando así lo ordenan los tribunales, es otro modo de tortura y tormento.

Cicerón, dijo: “Es una injuria atar a un ciudadano romano; es un crimen azotarle; matarle es tan malo como asesinar a un padre”.


@rangelrachadell