El doctor vicepresidente de Comunicación,
Turismo y Cultura dice que estuvo husmeando el celular de Roberto Marrero,
donde se tropezó con un peligroso grupo de Whatsapp llamado Cocoon 2.0; asevera
que está dirigido por Leopoldo López (me imagino que López es el administrador)
y que participan en él Juan Guaidó, Freddy Guevara, Carlos Vecchio y Gerardo
Blyde, entre otros, todos de derecha. ¡Huy!, qué peligro, pásame el link.
El
gobierno debería informar de los otros grupos de Whatsapp que hay en el celular
de Roberto Marrero; por ejemplo, si es cierto que hay un grupo que se llama
“Agua en el edificio”; otro de nombre “Trueques”, que se utiliza para comprar y
vender productos; el sempiterno grupo de la “Promoción”, ya sea de la
universidad o del bachillerato; el de amigos inmigrantes; los de religión,
deportes y del partido político. Todos sospechosos de emitir opinión sobre la
falta de luz por culpa de Maduro, la dificultad para conseguir comida o la
opinión generalizada de lo malo que es el socialismo del siglo XXI.
El
fin de ese grupo, dice Jorgito, es sabotear la plataforma Patria, sistema
automatizado por el que se les hace llegar los beneficios, becas, pensiones,
dádivas y demás regalos a los mantenidos del gobierno, esos mismos que perderán
todo si cambian su voto o no asisten a las marchas obligatorias de apoyo a la
destrucción socialista. Sepan que, de un momento a otro, no van a pagar más y
que le van a echar la culpa al grupo Cocoon 2.0, chivo expiatorio del mes de
abril.
A
un estudiante de Medicina en 1985 le pudo impresionar una película ambientada
en un ancianato, en el que unos extraterrestres dejan unos capullos en una
piscina y los viejos recuperan su fuerza y salud juvenil, cual fuente de la
eterna juventud. También pudo ser la secuela de la película de 1988, llamada Cocoon: el regreso, pero venir a
denominar a un grupo terrorista con el nombre de una película de su
adolescencia demuestra falta de imaginación.
Dado
que estamos en esta moda retro de colocar nombres viejos a mentiras nuevas,
propongo que tengan en cuenta otros que las nuevas generaciones no conocen y
que algunos adultos olvidaron. El Colotordoc (doc-tor lo-co al revés) podría
inventar que la oposición está organizando la operación Goldar, la cual pudo ser
desmantelada con el pito que hizo sonar Nico, perdón Miko. Todo para evitar la
invasión del Rodak americano, como en Monstruos
del espacio. No se puede dejar por fuera a los Lugones con su uyuyuis
cuando se derretían.
Pueden
tomar personajes como el Gran Gazú (Gazoo) de Los Picapiedras o el Sr. Mxyzptlk de Superman, ambos copia del Ruperstinski de los Hermanos Grimm. Todos muy parecidos al ministro de los inventos.
Alguno de estos bufones será el cerebro que esté detrás de la próxima rebelión,
apagón, falta de medicinas, agua o alimentos que le atribuirán a la oposición.
Toda
esta simbología es desconocida para las generaciones de Pokémon y Dragón Ball con
Gokú. El psiquiatra tuvo otros
héroes, tales como Ultraman y Ultra Seven, quienes tenían una pila que
se les acababa en la primera pelea, y que, en la segunda, porque siempre eran
dos combates, le permitía acabar con los monstruos. Los japoneses de este
estilo prefieren luchar contra animales gigantescos y estrambóticos, nada de
enfrentarse a imperios y multitudes.
Esta
gente es capaz de utilizar la serie del Pequeño
samurái Fujimaru del viento para convencer a sus adeptos de que están en la
búsqueda de la madre y que por eso no han logrado la felicidad eterna del
pueblo venezolano. No se extrañen que aparezcan los Agentes fantasmas dirigidos
por Fanta y penetren las inexpugnables defensas militares de los centros
estratégicos de producción de electricidad, coloquen una bomba de plástico y
vuelen las instalaciones sin matar a ningún soldado revolucionario. Todo muy
sospechoso.
Esperemos
que para culpar a la oposición de los errores de Maduro no se fundamenten en la
Señorita cometa, El hombre Par, Heidi o
Fantasmagórico y el Dr. Zero.
Falta la carcajada.
A
todas estas, el gobierno revolucionario es idéntico a la serie de Los autos
locos, el Super Perrari en el que Maduro es Pierre Nodoyuna y Patán es
Diosdado, el resto del gabinete ministerial puede estar integrado, hasta nuevo
aviso, por los Hermanos Macana que tienen que ser los Rodríguez, que van destruyendo
todo a su paso; el Espantomóvil tiene su sede en Valencia, el profesor
Locovitch es Jorge Giordani, el Súper Chatarra Special conducido por Vladimir
Padrino, el Alambique Veloz de Nelson Merentes, el Troncoswagen manejado por
Freddy Bernal, o la Antigualla Blindada dirigida por toda la banda de ladrones
y Tareck El Aissami desde los registros inmobiliarios.
La
vida en socialismo es un chiste, lástima que la carencia de electricidad es
real.
@rangelrachadell
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